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NUEVA YORK (AP) — Jimmy Kimmel regresó a su programa nocturno el martes, poco menos de una semana después de que ABC lo retirara del aire indefinidamente tras la controversia provocada por sus declaraciones relacionadas con el asesinato del activista conservador Charlie Kirk a principios de este mes.
Kimmel se mostró conmovido durante su monólogo de apertura, llegando a estar casi sobrepasado por la emoción en al menos dos momentos cuando le dijo a su audiencia: «nunca fue mi intención tomar a la ligera el asesinato de un joven». Añadió que tampoco pretendía «culpar a ningún grupo específico» por los actos del presunto asesino de Kirk, pero reconoce que, para algunos, «eso se sintió inoportuno o poco claro o tal vez ambas cosas».
Los comentarios de Kimmel que provocaron su suspensión no se centraron exclusivamente en Kirk, quien era un aliado cercano del presidente Donald Trump. Sin embargo, apuntó a Trump y a lo que describió como su «pandilla MAGA» de seguidores por su reacción al asesinato del 10 de septiembre.
El martes por la noche, Kimmel no ofreció una disculpa por esas declaraciones. El comediante empleó el humor y una serie de mensajes directos para agradecer a sus seguidores y subrayar la importancia de la libertad de expresión. En particular, denunció las amenazas realizadas por el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, la semana anterior, que Kimmel calificó como una «violación directa» de la Primera Enmienda, y también describió los intentos del gobierno por «coaccionar» a las estaciones afiliadas a retirar su programa como «antiaestadounidenses» y peligrosos.
El lunes, The Walt Disney Co., propietaria de ABC, ofreció más explicaciones: «Tomamos la decisión de suspender la producción del programa para evitar inflamar aún más una situación tensa en un momento emocional para nuestro país. Es una decisión que tomamos porque sentimos que algunos de los comentarios fueron inoportunos y, por lo tanto, insensibles».
Kimmel también abordó las secuelas en su programa la semana siguiente, centrándose en la reacción tanto de Trump como de sus seguidores, a quienes acusó de «trabajar muy duro para capitalizar el asesinato de Charlie Kirk».
El cómico se enfocó particularmente en el hombre acusado del homicidio, Tyler Robinson.
«La pandilla MAGA está desesperadamente tratando de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa menos uno de ellos y haciendo todo lo posible para obtener puntos políticos de ello», afirmó Kimmel en su monólogo el lunes pasado. «Entre las acusaciones, hubo duelo».
Kimmel sostuvo que la respuesta de Trump «no es cómo un adulto llora el asesinato de alguien a quien llamó amigo. Así es como un niño de cuatro años llora por un pez dorado, ¿de acuerdo?». También dijo que el jefe del FBI, Kash Patel, ha manejado la investigación del asesinato «como un niño que no leyó el libro, improvisando su camino a través de un informe oral».
La suspensión de Kimmel coincidió con los esfuerzos más amplios de Trump y otros conservadores para controlar el discurso tras el asesinato de Kirk. Además, marca el último intento de la administración por influir en el panorama mediático de Estados Unidos.
En una publicación en su plataforma Truth Social después de la suspensión de Kimmel, Trump aplaudió a ABC por «finalmente tener el coraje de hacer lo que había que hacer» y afirmó que Kimmel «no tiene NINGÚN talento», centrándose en los supuestos bajos índices de audiencia, mientras criticaba a otros presentadores de la televisión nocturna.
El expresidente Barack Obama escribió en una publicación en redes sociales el jueves que la administración actual había alcanzado un «nuevo y peligroso nivel al amenazar rutinariamente con acciones regulatorias contra las empresas de medios a menos que silencien o despidan a reporteros y comentaristas que no le gustan», y que los medios necesitaban enfrentarse a la «coerción gubernamental» en lugar de capitular ante ella.
La presentadora de podcast conservadora Megyn Kelly, ex‑personalidad de Fox News y NBC, sostuvo que la sugerencia de Kimmel de que el asesino de Kirk podría haber sido un partidario de Trump era una «mentira vil y repugnante».
Otros expresaron sorpresa y preocupación por lo que el movimiento significaba para la libertad de expresión, incluida la actriz Jean Smart. «Lo que dijo Jimmy fue LIBERTAD de expresión, no discurso de odio. La gente parece querer proteger la libertad de expresión solo cuando se ajusta a SU agenda», escribió Smart en redes sociales, señalando que todavía estaba «enferma» por la muerte de Kirk.
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