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Washington. El mandatario Donald Trump volvió a la Casa Blanca con la consigna de anteponer a Estados Unidos.
En los últimos días, incluso socios de larga data del país han aprendido a la mala que la camaradería tiene límites.
Rusia, que ha declinado las solicitudes de Trump de un cese al fuego en Ucrania, supuestamente lanzó 17 drones que impactaron el miércoles en Polonia, cuyo resguardo está garantizado por la OTAN, una coalición apoyada por EE. UU., y cuyo jefe de Estado visitó la Casa Blanca la semana pasada.
Un día antes, Qatar, sede de la mayor base aérea estadounidense en Oriente Medio y considerada por Washington como un aliado relevante fuera de la OTAN, fue objetivo de ataques aéreos israelíes contra combatientes palestinos de Hamás.
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