Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La dermatóloga Sonia Read presentó una noción fundamental: el capital solar, que se define como la dosis de radiación solar que la piel puede soportar durante su existencia.
‘Al llegar a los 15 años, ya habremos agotado aproximadamente el 75 % de ese capital si no se aplican medidas protectoras desde la niñez’, alertó.
Esto implica que la exposición al sol sin cuidados durante la infancia y la adolescencia impulsa la aparición precoz de manchas, el fotoenvejecimiento y, en casos graves, el cáncer cutáneo en la edad adulta.
‘El perjuicio causado por el sol se suma con el tiempo y los procesos reparadores de la piel no son ilimitados. Cuando se agotan, surgen lesiones permanentes’, explicó Read.
El protector solar no debe considerarse un artículo de lujo, sino un elemento diario de salud. La médica subrayó que debe aplicarse cada dos horas, sin importar si se está al aire libre o bajo techo.
‘Muchos piensan que bajo techo no recibimos sol, pero la verdad es que tanto la luz visible que penetra por las ventanas como la radiación de bombillas fluorescentes o pantallas digitales es capaz de generar manchas cutáneas’, indicó.
Agregar Comentario