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Los Astros, con una desventaja de cuatro anotaciones en la novena entrada la noche del jueves, estaban empezando a forjar un ataque. Un sencillo del boricua Víctor Caratini para abrir el episodio y un doble contra la pared de Taylor Trammell significaban que tenían la potencial carrera del empate en el círculo de espera sin outs contra el relevista de los Yankees, David Bednar.
Entonces apareció el mánager de los Yankees, Aaron Boone, quien se dirigió al terreno y pidió a los árbitros que revisaran el bate de Trammell. El umpire principal, Adrian Johnson, le quitó el madero a un recoge bates de los Astros y se reunió con sus colegas. Los árbitros se pusieron los auriculares para verificar si el bate era legal debido a cierta decoloración en la zona de contacto, y Trammell dijo que le dijeron que el bate estaba “demasiado lijado”.
El bate fue confiscado por los árbitros y entregado a un autenticador que estaba al lado del dugout, y se enviaría a la oficina de la liga para ser examinado, según explicó el mánager de los Astros, el puertorriqueño Joe Espada.
“El bate estaba un poco desgastado”, dijo Espada. “Él usa ese bate todo el tiempo y supongo que pensaron que era un bate ilegal. Así que la liga quiere echarle un vistazo al bate. Pensé que era… lo que fuera”.
Boone dijo después de que los Yankees se aferraron a una victoria de 8-4 que el equipo notó el bate antes en la serie y pensó que tal vez era ilegal porque estaba muy gastado en la zona de contacto. Dijo que habló con un oficial de la liga al respecto el jueves.
La Regla 3.02(c) dice: “No se puede usar un bate de color en un juego profesional a menos que sea aprobado por MLB”. Trammell, quien entró al juego como bateador emergente en el séptimo y se ponchó, usó un bate con un mango de color más claro y una zona de contacto de color más oscuro, lo cual en sí mismo es legal.
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