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Los Ángeles. – La rapera Cardi B salió airosa ayer martes de un juicio civil donde se le acusaba de agresión y lesiones, después de que un jurado decidiera que no tenía responsabilidad en los incidentes denunciados por una ex guardia de seguridad.
La demanda había sido presentada por Emani Ellis, quien aseguraba que la artista, cuyo nombre real es Belcalis Marlenis Almánzar, la agredió en 2018 al salir de un consultorio médico en Beverly Hills, cuando estaba embarazada de cuatro meses de su hija Kulture.
El equipo legal de la intérprete de WAP negó desde el comienzo cualquier agresión física y mantuvo que lo ocurrido fue un enfrentamiento verbal, provocado porque Ellis trató de grabar a la artista con su teléfono móvil. Testigos del consultorio confirmaron que no presenciaron ningún ataque físico.
Tras varios días de audiencias y testimonios, el jurado emitió un veredicto unánime a favor de la cantante, desestimando así la demanda de 24 millones de dólares que se presentó en 2020.
La rapera, de 32 años, también avisó que no tolerará más demandas que considere infundadas: “La próxima persona que intente demandarme sin motivo, la voy a contrademandar”, declaró.
El fallo fue celebrado por los seguidores de la artista, quien en los últimos años ha tenido múltiples procesos legales, entre ellos una reciente querella en Las Vegas por un incidente durante un concierto.
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