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Hoy en día es frecuente ver productos anunciados como “sin azúcar”, aunque al degustarlos resultan tan dulces como los habituales.
Monserrat Rodríguez León, quien dirige la carrera de Ciencias de la Nutrición en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), señaló la relevancia de reemplazar el azúcar en nuestra dieta y cuáles edulcorantes pueden ser favorables para la salud.
Lo más probable es que dichos productos incluyan edulcorantes, compuestos que endulzan los alimentos aportando pocas o ninguna caloría. No obstante, tal vez no sepas qué son, qué variantes existen o qué impacto pueden tener en tu salud.
Hay edulcorantes de origen natural y otros sintéticos que se denominan artificiales; también se agrupan en calóricos y no calóricos. Dentro de los calóricos están el sorbitol, el manitol y el xilitol, presentes en algunos chicles y productos con bajo contenido de azúcar. Debes saber que estos poseen menos calorías que el azúcar, aunque no son totalmente libres de energía. Por otro lado, el aspartame, la sucralosa, la sacarina, el acesulfamo K y la estevia son no calóricos y se emplean ampliamente en alimentos, bebidas, fármacos y en los edulcorantes de mesa.
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La razón principal de su consumo es disminuir la cantidad de azúcar y calorías, favoreciendo el control del peso, la prevención de caries y la regulación de la glucosa en personas con diabetes. La Asociación Americana de Diabetes y diversas agencias internacionales afirman que pueden incorporarse a tu dieta, siempre que sea equilibrada y no los emplees en exceso con el objetivo de comer sin medida.
Todos los edulcorantes cuentan con la aprobación de entes como la FDA, la agencia encargada de la regulación de alimentos y fármacos, tras someterse a rigurosas evaluaciones para su autorización. No obstante, cada uno posee un límite diario aceptable. Por ejemplo, el aspartame resulta seguro mientras no se exceda la dosis recomendada, pero las personas con fenilcetonuria deben evitarlo.
Un consumo elevado de ciertos edulcorantes calóricos puede provocar malestares gastrointestinales, como hinchazón, gases o diarrea. Esto ocurre frecuentemente al ingerir grandes cantidades de sorbitol o manitol. Por eso, es fundamental conocer los componentes de los productos que utilizas y respetar la ingesta diaria recomendada.
En el caso de mujeres embarazadas, se recomienda moderar su consumo. Aunque los edulcorantes aprobados no conllevan riesgos importantes, se sugiere que las personas ajusten sus hábitos para tolerar mejor los alimentos sin añadir azúcar. Puedes usarlos, pero preferiblemente de forma esporádica.
Si empleas estos sustitutos para bajar de peso, debes saber que son una herramienta eficaz a corto plazo para reemplazar el azúcar. La Organización Mundial de la Salud indica que, si consumes en exceso productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, incorporar edulcorantes brinda una solución parcial; para obtener resultados sostenibles, lo ideal es disminuir la preferencia por lo extremadamente dulce y optar por alimentos frescos y naturales.
Si decides incluir edulcorantes en tu dieta, hazlo con responsabilidad. Revisa con detenimiento las etiquetas, identifica el sustituto de azúcar que consumes, infórmate del límite diario recomendado y ten presente que el equilibrio de tu alimentación diaria es fundamental. Si padeces diabetes o tienes alguna condición médica, consulta a tu nutriólogo antes de utilizarlos de forma regular.
Los edulcorantes pueden convertirse en aliados cuando se usan de forma consciente y adecuada. Constituyen un valioso apoyo para pasar a una alimentación sin azúcar, mientras mantienes tu proceso de mejora de hábitos y estilo de vida. Infórmate, evalúa y elige la opción más adecuada para tu salud.
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