Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Seis profesionales de la salud han abandonado sus plazas en el Instituto Oncológico del Cibao durante las recientes semanas.
Los doctores Juan Vila, líder del servicio de cirugía; Manuel Guzmán, coordinador de la residencia de Cirugía Oncológica; y Ariel Osoria, cirujano coloproctólogo, fueron desvinculados el mes anterior.
A ellos se añaden los médicos Rafael Gutiérrez y Julio Madera, reconocidos oncólogos, y Johanna Marte, uróloga oncológica, quienes formalizaron su renuncia.
Estas salidas masivas se dan luego de que el personal sanitario manifestara su inconformidad con ciertas gestiones del Instituto Oncológico Regional del Cibao.
Manuel Guzmán, uno de los médicos desvinculados, confirmó la situación y señaló que fue cesado por apoyar las denuncias de irregularidades en el centro de salud.
Entre los problemas señalados en el Oncológico del Cibao se encuentran despidos de médicos que denunciaron anomalías, pacientes recibiendo su quimioterapia en zonas de urgencias y pasillos, y la pretensión de suprimir el programa de residencia médica de la entidad.
Guzmán explicó que, como coordinador de la residencia de cirugía oncológica, participaba a diario en la enseñanza y la atención de pacientes, pero tras su salida el programa quedó “en el aire”.
“Después de mi destitución, la dirección del programa de residencia de cirugía oncológica quedó a cargo de una oncóloga clínica, cuya especialidad no está vinculada al área quirúrgica”, precisó Guzmán.
La pérdida de cuatro cirujanos oncológicos compromete gravemente la formación de nuevos especialistas, pues los médicos clínicos no pueden operar y el programa de residencia exige supervisión constante de los residentes.
El doctor José Ramírez, exdirector del Instituto Nacional del Cáncer (INCART), indicó que la quimioterapia debe administrarse en espacios con condiciones de asepsia específicas.
“Los pacientes bajo quimioterapia presentan defensas muy bajas; ubicarlos en una zona de emergencias, donde confluyen casos infecciosos y diversos, constituye un riesgo que no debe normalizarse”, subrayó Ramírez.
Añadió que las salas de quimioterapia precisan equipos especializados y un alto nivel de higiene para proteger al paciente de infecciones.
“Cada procedimiento requiere su propio espacio; no se lleva a cabo en un pasillo ni en una urgencia”, concluyó.
El doctor Guzmán también denunció que el ingeniero Héctor Lora, presidente del Patronato Cibaeño contra el Cáncer, actúa asimismo como tesorero, y que “la mayoría de los integrantes del consejo están ligados a él, incluida su exesposa”.
Se trata de un centro médico especializado en el diagnóstico, tratamiento, prevención y rehabilitación del cáncer. A diferencia de un hospital general, estos institutos se dedican exclusivamente a la oncología y cuentan con equipos multidisciplinarios de especialistas, tecnología avanzada y programas de investigación.