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Si la resolución llega a ser aprobada, la nueva GSF dispondrá de un máximo de 5.500 integrantes militares o policiales, apoyados por 50 civiles, y su mandato inicial será de 12 meses, de acuerdo con el texto de la resolución al que EFE tuvo acceso.
Los objetivos de la nueva misión, que podrá ejecutar de manera “independiente” o “en cooperación” con las fuerzas haitianas, comprenderán “operaciones para neutralizar, aislar o disuadir a las pandillas que continúan amenazando a la población civil en Haití”.
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El concepto de “neutralizar” a los pandilleros ha generado cierta inquietud entre otros miembros del Consejo, los cuales han demandado que se añada la referencia a que la labor del GSF se realice “con estricto cumplimiento de la legalidad internacional, incluidas las normas de derechos humanos”, considerando también que muchos de los pandilleros son menores de edad.
No obstante, persiste una importante incógnita: la financiación de la nueva misión no está asegurada. De hecho, la resolución indica que “el gasto de personal será cubierto mediante contribuciones voluntarias” de los países que deseen participar.
Igualmente, no se ha determinado qué naciones podrían aportar efectivos a esta misión; sin embargo, se conoce que Estados Unidos no planea participar y está instando a Canadá a contribuir y, a largo plazo, liderar la misión, según fuentes diplomáticas.
La misión vigente, liderada por Kenia y vista como apoyo a la policía haitiana, apenas ha reunido mil integrantes –principalmente kenianos y algunos de países caribeños–, ha sufrido crónicos problemas de financiamiento y no ha conseguido disminuir en lo más mínimo la presencia ni la influencia de las bandas armadas en Haití.
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