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Nueva York — El presidente Donald Trump asistió el jueves a un juego de los Yankees de Nueva York, recibiendo una combinación de abucheos y aplausos mientras se conmemoraba el vigésimo cuarto aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
La visita llegó pocas horas después de que el mandatario honrara a las víctimas en una ceremonia en el Pentágono.
Trump tomó asiento en una suite protegida con cristales blindados. Durante la interpretación del Himno Nacional, su imagen se proyectó en la pantalla gigante del Yankee Stadium, lo que provocó abucheos por parte de una parte del público.
Momentos antes, al acomodarse, el ex‑presidente saludó y levantó el pulgar, gesto que pasó desapercibido para algunos asistentes al no haber un anuncio oficial.
En el recinto se escuchó brevemente la canción de campaña “God Bless the USA”, aunque la reacción fue discreta. En cambio, los cánticos de “¡USA! ¡USA! ¡USA!” que resonaron parecían más vinculados a la solemnidad del 11 de septiembre que a la presencia del mandatario.
Previo al partido, Trump visitó el vestuario de los Yankees, donde saludó a los jugadores y al cuerpo técnico. El presidente pronosticó que el equipo ganaría, recordando sus anteriores visitas al estadio junto al fallecido dueño George Steinbrenner.
La llegada de un presidente siempre implica medidas de seguridad reforzadas y, en esta ocasión, se intensificaron tras el asesinato de Charlie Kirk, activista conservador cercano a Trump, ocurrido el día anterior en Utah. La ceremonia del Pentágono se trasladó al interior como medida preventiva.
En el estadio, la seguridad fue rigurosa: detectores de metales y agentes del Servicio Secreto en cada acceso. El Servicio Secreto emitió un comunicado solicitando a los asistentes no portar bolsas para agilizar el control.
El Yankee Stadium homenajeó los atentados con un gran logo de las Grandes Ligas sobre una bandera estadounidense y un lazo tricolor que mostraba la inscripción “11 de septiembre de 2001, No Olvidaremos”.
La inmensa bandera y los banderines de los 30 equipos de la MLB fueron izados a media asta después de que Trump firmara una orden ejecutiva en honor a Charlie Kirk. Además, se guardó un minuto de silencio por Kirk y su foto se proyectó en la pantalla central del estadio.
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