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WASHINGTON.- El presidente Donald Trump anunció que las fuerzas navales estadounidenses destruyeron ‘una embarcación con drogas’, que, según él, provenía de Venezuela. Con esto, siguen aumentando las tensiones en el Caribe, en medio de este inusual despliegue de los buques de guerra de Washington, con el pretexto de combatir el narcotráfico.
Según el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el navío destruido era operado por un grupo criminal, calificado previamente por Washington como “organización terrorista extranjera”. Esto fue lo que declaró Trump desde la Casa Blanca:
“Venezuela está enfrentando la mayor amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años: ocho barcos militares con 1.200 misiles y un submarino nuclear apuntan a Venezuela. Es una amenaza extravagante, inmoral y absolutamente criminal”, afirmó horas antes el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Maduro subrayó que su nación está lista para hacer frente a cualquier “amenaza” de Washington y resaltó la capacidad de movilización que ha mostrado la población venezolana.
“Ellos han querido avanzar hacia lo que llaman la máxima presión, en este caso es militar, y ante la máxima presión militar, nosotros hemos declarado la máxima preparación para la defensa de Venezuela, ante la máxima presión, máxima preparación”, dijo.
De acuerdo a informes de la prensa internacional, junto al buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, forman el escuadrón los buques USS San Antonio y USS Fort Lauderdale. En ellos podrían estar unos 4.500 militares a bordo. También existen reportes de que otros navíos — los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson — , así como el submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, USS Erie, se dirigían hacia aguas venezolanas.
Previamente, el presidente Donald Trump había dicho que “está dispuesto a emplear todos los recursos del poder estadounidense para frenar la entrada de drogas a nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia”, aseguró recientemente la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Caracas sostiene que, con estas acciones, Estados Unidos pone en peligro a toda América Latina, una postura que apoyan países como Brasil, Cuba, México y Nicaragua.
“Una movilización absurda de EEUU”
El analista venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein considera en entrevista con Sputnik que esta “movilización absurda” de parte de EEUU, que intenta “intimidar a Venezuela”, se basa en “un argumento que no se sostiene”: la lucha contra el narcotráfico.
“Las Fuerzas Armadas de EEUU saben por dónde circula la droga y saben que Venezuela no es un país productor de droga ni que comercie con ella. Esto más bien es un juego político interno de EEUU que pretende desestabilizar a Venezuela y generar una presión que conduzca a la creación de una fuerza política interna [en el país sudamericano] que sea capaz de contender para generar una guerra civil, y que ésta pueda producir tal vez la secesión del territorio venezolano y eso haga caer, por fin, el Gobierno del presidente Maduro”, señala Rodríguez Gelfenstein.
Para Oswaldo Espinoza, experto venezolano en geopolítica y relaciones internacionales, “el despliegue [de EEUU] en sí puede pretender alcanzar varios objetivos que no necesariamente se traduzcan en una operación militar; tal vez su intención sea probarnos, probar nuestra conciencia situacional, la voluntad nacional, la capacidad de respuesta, la reacción de la región y del mundo, la respuesta de las otras grandes potencias”.
“Como apunta el presidente Maduro, estamos en un mundo diferente al del siglo XX; hoy no se puede proceder de esa forma, ni siquiera cubriendo las verdaderas intenciones con un falso velo de legalidad y legitimidad absurda como en relato del narcotráfico, contraviniendo los datos reales de los organismos internacionales y multilaterales competentes”, observa el analista en charla con Sputnik.
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