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Santo Domingo – Se cumple un mes desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, puso en marcha la operación en el sector del Caribe adyacente a Venezuela, alegando que su objetivo es atacar a grupos de narcotráfico catalogados como terroristas internacionales que trafican estupefacientes hacia Estados Unidos.
Los dos buques iniciales arribaron el 14 de agosto; en los días siguientes, Trump amplió la presencia a ocho navíos, entre los cuales se encontraban dos submarinos nucleares, helicópteros, aviones de la fuerza aérea y aproximadamente 8 000 soldados estacionados en el área.
Hasta la fecha, el único hecho denunciado tuvo lugar el 3 de septiembre, cuando EE.UU. efectuó un bombardeo contra una embarcación que supuestamente pertenecía al grupo delictivo Tren de Aragua y al Cártel de los Soles, en un intento de mandar un mensaje contundente al secretario de Defensa, Pete Hegseth.
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Analistas opinan que estas maniobras están igualmente orientadas contra el régimen de Nicolás Maduro.
Ante la creciente presión, la administración del mandatario venezolano ha puesto en marcha, en los últimos días, acciones militares y de propaganda, entre ellas maniobras de entrenamiento dirigidas por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en la base del Fuerte Tiuna. Asimismo, el Gobierno dio a conocer el Plan Independencia 200, y figuras prominentes como Diosdado Cabello y Delcy Rodríguez han intensificado sus pronunciamientos públicos incitando a la participación ciudadana.
Mientras tanto, la procuradora general de EE.UU., Pam Bondi, informó la semana pasada que la administración Trump duplicó la recompensa, pasándola de 25 a 50 millones de dólares, para quien consiga capturar a Nicolás Maduro y trasladarlo a suelo estadounidense.
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