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WASHINGTON — El mandatario estadounidense, Donald Trump, informó de un nuevo asalto en aguas internacionales, esta vez dirigido a una embarcación que supuestamente transportaba estupefacientes hacia la costa de los EE. UU. El saldo fue la muerte de los tres ocupantes del buque.
La información, difundida desde su cuenta en Truth Social, reavivó el debate sobre las estrategias de su gobierno.
“Siguiendo mis directrices, el Secretario de Defensa mandó un ataque cinético mortal contra un buque ligado a una Organización Terrorista Designada por su actividad narco‑traficante”, escribió Trump, añadiendo que el barco se encontraba dentro del área de responsabilidad del Mando Sur.
El presidente sostuvo que la misión era impedir la entrada de “narcóticos ilegales” al territorio nacional, con el objetivo de salvaguardar a los ciudadanos estadounidenses.
En un comunicado que terminó con un tono de advertencia, Trump exhortó a los traficantes a “Dejar de introducir fentanilo, narcóticos y drogas ilícitas en los Estados Unidos”.
Helicóptero Black Hawk se precipita
Este episodio no es el único suceso que ha captado la atención mediática. El Ejército de los EE. UU. confirmó la pérdida de cuatro soldados en un accidente de helicóptero ocurrido en el estado de Washington. El percance, cerca de la Base Conjunta Lewis‑McChord, involucró a un UH‑60 Black Hawk.
El jefe del Mando de Operaciones Especiales del Ejército, Jonathan Braga, expresó su pésame a los familiares y compañeros de los caídos. “Nuestro pensamiento está con las familias, amigos y camaradas de estos Night Stalkers”, declaró.
Los fallecidos pertenecían al 160.º Regimiento de Operaciones Especiales de Aviación. Braga los describió como “combatientes de élite” cuyo sacrificio jamás será olvidado.
Las autoridades han abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro, aunque hasta ahora no se han hecho públicos los nombres de los muertos.
El secretario del Ejército, Dan Driscoll, también se pronunció en la red social X, agradeciendo la labor de los equipos de rescate y del personal de la base en las tareas de recuperación.
Este trágico incidente se añade a una serie reciente de accidentes de helicópteros militares, reavivando la discusión sobre la seguridad de tales operaciones.
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