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Después de acumular 21 triunfos seguidos, Hatton dio un paso al frente y venció a Jon Thaxton para alzarse con el título británico de peso superligero en el año 2000.
El ex campeón mundial de boxeo Ricky Hatton, cuyo estilo lo convirtió en uno de los pugilistas más queridos de la década del 2000, falleció a los 46 años.
La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el antiguo promotor de Hatton, Frank Warren, fueron de los que expresaron su pesar en redes sociales el domingo.
“Con profunda tristeza, la AMB lamenta el fallecimiento de Ricky ‘The Hitman’ Hatton”, escribió la organización. “Un verdadero campeón, un espíritu indomable y una leyenda del deporte. Su legado vivirá en cada pelea y en los corazones de los aficionados al boxeo en todo el planeta”.
La Policía de Manchester confirmó que sus agentes hallaron el cuerpo de un hombre de 46 años sin identificar en una vivienda de Hyde, Inglaterra, y que “actualmente no se sospechan circunstancias extrañas”.
Las autoridades no revelaron la identidad del fallecido, pero aseguraron que estaban trabajando con la familia para publicar un comunicado a la prensa.
Hatton conquistó títulos mundiales en superligero y welter. Ascendió por las categorías amateur y profesional para enfrentarse a algunos de los mejores boxeadores de su era, como Kostya Tszyu, Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao.
Su carácter sencillo le granjeó el cariño del público mundial, y habló abiertamente sobre los problemas de salud mental que padeció tras retirarse del ring.
Superó una disputa familiar y un pleito con su ex‑entrenador Billy Graham para convertirse en un entrenador exitoso, guiando a Zhanat Zhakiyanov hasta la conquista del título mundial de peso gallo en 2017.
Hatton anunció en julio su regreso al boxeo en diciembre de 2025, con un combate profesional contra Eisa Al Dah en Dubái.
“¡Descanse en paz la leyenda, Ricky Hatton!”, escribió el campeón Tyson Fury en Instagram, acompañando el mensaje con fotos de ambos. “Solo habrá un Ricky Hatton. No lo creo. Eran tan jóvenes”.
Tras una breve pero brillante carrera amateur, Hatton inició su trayectoria para convertirse en uno de los pugilistas británicos más emblemáticos de la historia con una victoria sobre Colin McAuley en 1997.
Después de 21 triunfos consecutivos, dio un paso decisivo al derrotar a Jon Thaxton por el título británico de peso superligero en 2000 y tomó el control del entonces MEN Arena de Manchester, llenando sus eventos con entradas agotadas.
El gran impulso de Hatton llegó en junio de 2005, cuando obligó al campeón defensor Tszyu a abandonar al final de su pelea por el título de la FIB en Manchester. Más tarde, describió ese encuentro como su mayor victoria.
Su debut en Estados Unidos fue al año siguiente, cuando ganó por decisión a Luis Collazo en Boston, pero ya aspiraba a metas superiores; su victoria sobre el mexicano José Luis Castillo en Las Vegas en junio de 2007 selló su pase a la élite.
Cada vez más adorado por el público por su estilo combativo y sus legiones de seguidores, Hatton consiguió un lucrativo combate contra Mayweather más tarde ese año, aunque cayó en su primera derrota profesional.
Un enfrentamiento posterior con Pacquiao resultó demasiado exigente, y Hatton anunció su retiro tras una brutal derrota en el segundo asalto.
Tres años después, volvió al ring, pese al aumento de peso y a luchas contra la depresión y el alcoholismo, además de acusaciones de consumo de drogas. Aunque perdió frente a Vyacheslav Senchenko, el simple hecho de regresar al cuadrilátero se consideró una victoria personal.
En una publicación en X, Warren describió a Hatton como “un boxeador de gran talento que inspiró a toda una generación de jóvenes pugilistas y aficionados como pocos lo habían hecho antes”, y añadió que “con razón pasará a la historia como uno de los grandes de este deporte moderno”.
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