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Washington – El FBI informó ayer que pondrá a disposición hasta 100 000 dólares por cualquier pista fiable que lleve a la detención del presunto autor del homicidio del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido la noche anterior en una universidad de Utah. El organismo también difundió dos imágenes de una “persona de interés” en el caso e indicó que ya ha recuperado el arma utilizada. Según los videos, el tirador aparenta ser estudiante universitario. Posteriormente, el Departamento de Seguridad Pública de Utah divulgó otras fotos del mismo individuo.
Medios como The Wall Street Journal y The New York Post señalaron que, junto al fusil de caza calibre .30, se halló munición con “mensajes antifascistas y pro‑transgénero”. Los investigadores están analizando pruebas como una huella de palma y la marca de un zapato hallados cerca del lugar. El audio captado cerca del podio donde Kirk se dirigía el miércoles por la tarde indica que el activista recibió un único disparo supersónico, según el perito de audio forense Rob Maher. Un análisis acústico por sí solo no permite identificar el modelo exacto del arma.
El presidente Donald Trump comentó que concedería a Kirk la Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo reconocimiento civil. Añadió que conversó con la viuda de Kirk, Erika, quien se encuentra “devastada”. Asimismo, manifestó su intención de asistir al servicio funerario que se celebrará en Arizona en los próximos días. Trump también hizo un llamado a responder al asesinato sin recurrir a la violencia. “Él denunciaba la violencia. Así es como quiero que la gente reaccione”, declaró a la prensa.
El mandatario también expresó su “gran preocupación por el país”. “Somos una gran nación, pero enfrentamos a un grupo de fanáticos de la izquierda radical, verdaderamente desquiciados, y vamos a solucionar ese problema”. El republicano culpó el discurso de la “izquierda radical” de ser directamente responsable del “terrorismo” que, según él, motivó el asesinato de Kirk.
En la tarde, el vicepresidente JD Vance acompañó el ataúd del activista a bordo del avión vicepresidencial en su traslado desde Utah a Phoenix. En la aeronave también viajaron miembros de Turning Point USA, la organización fundada por el influencer.
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