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EE.UU. – Una persona que había sido retenida durante la pesquisa del asesinato del activista de derechas y influencer estadounidense Charlie Kirk el miércoles fue puesta en libertad, informó el director del FBI pocos instantes después de anunciar su detención.
El individuo detenido ha sido liberado tras ser interrogado por las fuerzas del orden. “Nuestra investigación sigue en marcha y continuaremos publicando datos en nombre de la transparencia”, anunció el director Kash Patel en la red X.
Charlie Kirk fue un prominente activista político estadounidense y figura destacada de la derecha conservadora. Fundó Turning Point USA (TPUSA) en 2012, una organización destinada a movilizar a la juventud conservadora en universidades y colegios secundarios.
A lo largo de su carrera, se distinguió por su estilo provocador y su apoyo firme al expresidente Donald Trump, convirtiéndose en una voz influyente dentro del movimiento MAGA.
Además de su labor en TPUSA, Kirk era un comentarista frecuente en los medios y autor de varios libros que promovían valores conservadores y cristianos.
En materia de armas, Kirk se mostró un defensor acérrimo de la Segunda Enmienda de la Constitución de EE.UU.
En una declaración de 2023, tras el tiroteo en la escuela cristiana Covenant de Nashville, Tennessee, que dejó seis muertos, Kirk afirmó que las muertes por armas de fuego eran un costo “lamentable pero aceptable” para preservar los derechos constitucionales. Comparó esta realidad con los accidentes automovilísticos, sugiriendo que, aunque trágicos, son una consecuencia inherente a la libertad.
Estas expresiones generaron controversia y fueron condenadas por organizaciones como Moms Demand Action y Giffords, que las consideraron peligrosas e insensibles frente a la violencia armada, especialmente contra niños y adolescentes.
El tiroteo ocurrió mientras Kirk respondía a preguntas sobre masacres con armas, lo que provocó conmoción y repudio en todo el espectro político. Líderes de ambos partidos, incluido el expresidente Donald Trump, expresaron su pesar y condenaron el acto de violencia política. El FBI y las autoridades locales están investigando el caso, que el gobernador de Utah, Spencer Cox, ha calificado como un “asesinato político”.
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