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El tratado de alta mar logra las 60 ratificaciones requeridas para entrar en vigor

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Lisa Speer, quien dirige el Programa Internacional de Océanos del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, con sede en EE. UU., declaró que las primeras zonas protegidas no se habilitarán hasta finales de 2028 o 2029.

El pacto de alta mar pactado en la ONU para salvaguardar amplias áreas de los océanos entrará en vigor en enero de 2026, según comunicó el viernes el observatorio de tratados de la organización internacional.

Para que la normativa se convierta en derecho internacional necesitó la ratificación de al menos 60 países, cifra alcanzada tras la incorporación de Marruecos y Sierra Leona.

“El acuerdo, que cubre más de dos tercios de la superficie oceánica, establece reglas vinculantes para conservar y usar sosteniblemente la biodiversidad marina”, señaló el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

El texto, que se activará en 120 días, tiene como objetivo proteger de la sobrepesca y la contaminación las aguas internacionales, que representan alrededor del 60 % de los océanos y juegan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que aportan la mitad del oxígeno que el planeta necesita.

Lisa Speer, quien lidera el Programa Internacional de Océanos del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, con base en Estados Unidos, indicó que las primeras áreas protegidas no se instaurarán antes de finales de 2028 o 2029.

Una vez vigente el tratado, un organismo internacional deberá colaborar con una amplia gama de entidades regionales y globales, como la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, foro en el que las naciones discuten las normas que regirán la minería en aguas profundas.

Hasta el momento no se han expedido licencias para la extracción comercial en alta mar, aunque algunos países han iniciado o se están preparando para explorar en sus propias zonas económicas exclusivas.

El tratado también fija principios para el reparto de los beneficios de los llamados recursos genéticos marinos. Naciones sin capacidad para lanzar misiones de investigación temen quedar al margen de lo que se prevé será un mercado enorme, dada su utilidad para la industria farmacéutica y cosmética.

A mediados de septiembre, 143 Estados habían adherido al tratado y los defensores del medio ambiente presionan para que un número mayor los ratifique.

“Es fundamental avanzar hacia una ratificación global o universal del tratado para que sea lo más efectivo posible”, afirmó Rebecca Hubbard, directora de la High Seas Alliance, haciendo especial énfasis en los pequeños Estados insulares, los países en desarrollo y aun aquellos sin litoral.

Estos esfuerzos pueden enfrentar oposición de potencias marítimas e industriales en expansión, como Rusia y Estados Unidos.

Moscú, que no ha suscrito ni ratificado el acuerdo, considera inaceptables ciertos de sus artículos.

Washington firmó el tratado bajo la administración del expresidente Joe Biden, pero es poco probable que Donald Trump lo ratifique.

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