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El Tribunal Supremo de EE. UU. vuelve a autorizar los operativos antiinmigrantes en Los Ángeles

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En contraste, en representación de los tres progresistas, la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina en integrar la Corte Suprema, expresó su disconformidad.

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WASHINGTON, EE. UU. — La Corte Suprema estadounidense concedió temporalmente el lunes al gobierno del presidente Donald Trump la autorización para retomar sus operativos contra la inmigración indocumentada en el sur de California, unas incursiones fuertemente cuestionadas por la oposición demócrata.

Un juzgado federal en julio y posteriormente una corte de apelaciones en agosto habían vetado, hasta nuevo aviso, que la policía de inmigración (ICE) arrestara en Los Ángeles y sus alrededores a individuos únicamente por cumplir uno o más de cuatro criterios.

Los criterios incluían su presencia en un sitio típicamente vinculado a la fuerza laboral inmigrante —parada de autobús, lavado de autos, labor agrícola o ferretería—, la naturaleza del trabajo ejercido, el hablar español o inglés con acento extranjero, o su aspecto étnico.

El aumento de los redadas policiales en esos espacios donde laboran latinoamericanos ha suscitado controversia desde inicios de junio en Los Ángeles, y desencadenó protestas violentas y la movilización de la Guardia Nacional ordenada por Donald Trump.

“*La fuerza policial vinculada a Trump ahora cuenta con la autorización para perseguir a tu familia (…) pero continuaremos luchando contra estos actos aberrantes contra los californianos*”, respondió el gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom.

Los tribunales de primera instancia y posteriormente de apelación consideraron que dichas detenciones violaban la Cuarta Enmienda de la Constitución de EE. UU., la cual protege a los individuos de arrestos, registros o cacheos arbitrarios, exigiendo al menos “una sospecha razonable”.

Sin embargo, seis jueces de la Corte Suprema anuló el lunes esa suspensión, en contra del criterio de los tres magistrados progresistas, hasta que el tribunal de apelaciones se pronuncie sobre el fondo o hasta que la propia Corte interfiera.

La Corte no explicó su fallo, aunque uno de los jueces conservadores, Brett Kavanaugh, manifestó su respaldo resaltando que “la inmigración ilegal es especialmente alta en la zona de Los Ángeles”, con una proporción de inmigrantes irregulares estimada en el 10 % de la población.

En contraste, en representación de los tres progresistas, la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina en integrar la Corte Suprema, expresó su disconformidad.

“*No deberíamos vivir en una nación donde el gobierno pueda detener a cualquiera que presente rasgos latinos, hable español y parezca ejercer un trabajo de bajos salarios*”, afirmó.

La inmigración, incluida la indocumentada, provee mano de obra indispensable al sector agrícola de EE. UU.: el 42 % de los trabajadores del campo carece de autorización para laborar en Estados Unidos, según un estudio del Departamento de Agricultura de 2022.

El gobierno Trump sostiene que el costo para las arcas públicas y el efecto sobre la seguridad nacional de los irregulares resulta excesivamente alto.

La política contra la inmigración indocumentada constituye uno de los pilares del segundo mandato de Trump, y el republicano la vincula estrechamente a la lucha contra la criminalidad.

ICE anunció este lunes una operación en el norte de Illinois.

La capital del estado, Chicago, registró 573 homicidios en 2024. Desde hace trece años es la ciudad con mayor número absoluto de asesinatos en EE. UU., aunque la tasa de homicidios por cada 100 000 habitantes no es la más alta del país.

“*Esta operación de ICE se enfocará en los extranjeros ilegales que cometieron delitos y que se desplazaron masivamente a Chicago e Illinois porque creían que el gobernador [demócrata Jay B] Pritzker y su política de santuario los resguardaban*”, señaló el comunicado de prensa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Trump también amenaza a Chicago y a otras urbes con enviar a la Guardia Nacional para contener la delincuencia, como ya hizo en Los Ángeles o Washington, una postura que irrita a Pritzker.

“*Vamos a depurar nuestras ciudades (…) para evitar que cinco personas sean asesinadas cada fin de semana. Eso no es guerra. Es sentido común*”, replicó Trump ante preguntas de una periodista en la Casa Blanca.

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