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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La madre de Josué Guerrero Espino, joven de 17 años que desapareció el pasado mes de abril en Chihuahua, confirmó que su hijo fue encontrado sin vida tras meses de búsqueda.
El joven fue supuestamente reclutado y secuestrado por el grupo criminal de Los Mayos, una facción del Cártel de Sinaloa.
“Soy la madre de Josué Guerrero Espino, estoy aquí afuera de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, solo para agradecer a todas las personas que nos ayudaron en la búsqueda de mi hijo (…) ya lo tenemos, lo vamos a sepultar”, dio a conocer Magaly Espino, en un video publicado en redes sociales.
De acuerdo con su ficha de búsqueda, en la que se indicaba su fecha de nacimiento, el joven habría cumplido 18 años el pasado 27 de agosto.
Con la voz entrecortada y sin ofrecer más detalles sobre el hallazgo, Espino agradeció nuevamente el apoyo brindado a los medios de comunicación y a la población. “Terminó la búsqueda”, dijo la madre, al concluir el video.
El adolescente, a quien llamaban “Cheche”, se trasladó desde Durango a Chihuahua debido a una supuesta oferta laboral. Tras no saber nada sobre él, su familia comenzó a buscarlo y el 30 de abril del 2025 fue reportado como desaparecido en Ciudad Aldama, Chihuahua.
Meses después, a principios del mes de agosto se difundió un video en redes sociales en el que aparece Josué con los ojos vendados, las manos atadas, y el cabello rapado.
“Me levantaron a los dos días que comencé a trabajar”, se escucha decir al joven en el video. En la misma grabación, menciona que quienes lo reclutaron y posteriormente lo privaron de la libertad son individuos identificados como “Roster” y “Challelo”, presuntamente miembros de “Los Mayos”, una facción del Cártel de Sinaloa.
La madre de Josué narró en una entrevista para El Heraldo de Chihuahua, que, en febrero del 2025, su hijo viajó a Guachochi, Chihuahua, para pasar unos días con su abuela materna, y le comentó a su madre que estaría trabajando en la pizca.
Para ello, el joven se habría trasladado a Camargo manteniendo en todo momento una comunicación con su madre por mensaje de texto, hasta que esta se cortó abruptamente el 30 de abril. Desde entonces, no volvió a saber nada de su hijo hasta que salió el video en redes sociales, lo que intensificó la búsqueda, que culminó en el hallazgo del cuerpo sin vida de Josué.
El caso de Josué Guerrero Espino no es aislado. Junto a él, también se reportó la desaparición de su amigo, Ángel Fernando N., de 15 años y conocido como “El Pollo”, quien habría viajado con “Cheche” desde Guachochi hacia Aldama.
Familiares de Ángel lo identificaron en el mismo video en el que apareció Josué. La madre del segundo joven declaró que su hijo le había dicho que trabajaría en la cosecha de sandía y que regresaría en un mes, pero también perdió contacto con él a finales de abril, según informes periodísticos.
Organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han expresado su preocupación por el reclutamiento de menores por parte de grupos criminales en México, calificándolo como una práctica común y una grave violación a los derechos humanos. A día de hoy, no hay datos oficiales sobre el número de menores reclutados por el crimen organizado en México.
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