Salud

¿Ganglios inflamados? Lo que deberías conocer

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Como oncólogo, con frecuencia familiares, amigos y pacientes me preguntan por los ganglios linfáticos inflamados.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Como oncólogo, con frecuencia familiares, amigos y pacientes me preguntan por los ganglios linfáticos inflamados. A veces incluso yo me cuestiono: ¿podría tratarse de algo serio, como un cáncer?

La realidad es que, en la mayor parte de los casos, los ganglios se agrandan por infecciones habituales o procesos inflamatorios y, normalmente, vuelven a su tamaño normal tras algunos días. No hay razón para entrar en pánico de forma automática.

Un estudio realizado en los Países Bajos analizó a más de 2 500 individuos con ganglios inflamados: apenas el 1 % resultó tener cáncer. La probabilidad aumenta con la edad, pero sigue siendo baja. Los ganglios inflamados por una infección suelen ser sensibles, blandos y móviles, y desaparecen en pocos días. En cambio, un ganglio firme, adherido, indoloro y que crece de forma progresiva puede levantar sospechas. En esos casos, puede ser necesaria una biopsia.

Este signo forma parte de una lista más extensa que puede estar relacionada con el cáncer, según un análisis de casi 8 000 pacientes con tumores sólidos en Inglaterra. Los síntomas más frecuentes antes del diagnóstico fueron:

Es importante precisar: esos signos también pueden deberse a causas benignas. Hemorroides, infecciones, quistes o fluctuaciones hormonales pueden producir muchos de ellos. Sin embargo, si los síntomas persisten más de dos meses o empeoran, es momento de acudir al médico.

Un caso concreto: un metaanálisis que revisó 25  millones de casos de cáncer colorrectal de aparición temprana mostró que los síntomas (dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal) estuvieron presentes, en promedio, seis meses antes del diagnóstico. La combinación de varios signos resultó clave para la detección.

La pérdida de peso involuntaria (más del 10 % del peso corporal en 12 meses) se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer, sobre todo en órganos del aparato digestivo (estómago, páncreas, hígado).

La tos crónica, definida como aquella que persiste más de ocho semanas, también puede ser una señal de alerta, particularmente en fumadores de edad avanzada. Aunque en la mayoría de los casos no es cancerosa, debe ser evaluada.

No todos los signos indican cáncer, pero tampoco deben pasarse por alto. Si notas algo persistente, inusual o que avanza en tu cuerpo, consulta a tu médico. En oncología, el tiempo es crucial.

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