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CHICAGO (AP). — El reverendo Marshall Hatch exhortó a los fieles de una prominente iglesia afroamericana en el lado oeste de Chicago a llevar consigo una identificación, a mantener contacto con sus familiares y a protestar, en un momento en que la ciudad se alista para una esperada intervención federal.
“Deben comenzar a avisar a la gente sobre su paradero, para que no se desvanezcan”, dijo Hatch durante los oficios del domingo pasado en la Iglesia Bautista Misionera New Mount Pilgrim.
“No vamos a desesperarnos. No vamos a sentirnos intimidados. No vamos a ceder ni a claudicar ante el fascismo y el autoritarismo”, apuntó.
Mientras Chicago se prepara para una intensificación de la aplicación de la ley de inmigración y un posible despliegue de la Guardia Nacional, las iglesias de toda la ciudad han reforzado su respuesta desde el púlpito.
Algunas se esforzaron por mitigar los temores sobre la detención y deportación, mientras que otras abordaron la inminente posibilidad de una mayor presencia policial en las calles de la tercera ciudad más grande del país.
El presidente Donald Trump ha amenazado con una intervención federal en los baluartes demócratas, advirtiendo recientemente que se podría usar una fuerza “apocalíptica” en Chicago para combatir la delincuencia y aumentar las deportaciones.
Ha mencionado repetidamente los planes esperados ante las fuertes objeciones de las autoridades locales y de muchos residentes que los consideran innecesarios e indeseados.
Aunque el miedo ha aumentado en los círculos de inmigrantes desde que Donald Trump asumió el cargo por segunda vez, la amenaza de más agencias federales y tropas también ha exacerbado las tensiones, especialmente en las comunidades afroamericanas y latinas donde la confianza en la policía es delicada.
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