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Maireni Tiburcio Heredia, una joven de origen dominicano, fue asesinada de manera brutal en Saint Thomas, un crimen que ha provocado indignación tanto a nivel local como internacional. El principal sospechoso, Tizoni Mahoney, tiene tres antecedentes penales graves: venta de drogas, posesión ilegal de armas y violencia doméstica contra una expareja.
A pesar de este historial, las autoridades están considerando la posibilidad de concederle libertad bajo fianza, una decisión que ha generado una fuerte reacción por parte de los familiares de la víctima, activistas comunitarios y miembros de la sociedad civil.
“No es justo que alguien con ese historial y que ahora le arrebató la vida a una mujer inocente, tenga la posibilidad de regresar a las calles. Exigimos justicia para Maireni”, declaró uno de los familiares durante una vigilia en su memoria.
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Señalaron que, en otra ocasión, al procesado se le aplicó la misma sanción, pero fue puesto en libertad tras fijársele una fianza de US$50,000.00, de la cual solo pagó el 10%, es decir, US$5,000.00. Espacio que aprovechó para cometer el hecho anteriormente mencionado.
Los seres queridos de Maireni solicitan a las autoridades judiciales de las Islas Vírgenes que consideren la gravedad del caso y el peligro que representa Mahoney para la sociedad. También hacen un llamado a los medios de comunicación, organizaciones de derechos humanos y al gobierno dominicano para que se unan a su exigencia de justicia.
El caso ha reavivado el debate sobre la protección de las mujeres frente a la violencia de género y la necesidad de reformas en los sistemas judiciales que, en muchas ocasiones, permiten la liberación de individuos con antecedentes peligrosos.
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