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Berlín, 29 sep (SANA) – Un estudio reciente del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín advierte sobre los peligros éticos que acarrea el uso desmedido de la inteligencia artificial (IA) en entornos laborales y académicos. La investigación determina que depositar excesiva confianza en estas herramientas puede incrementar la tendencia de los individuos a comportarse de manera deshonesta.
El análisis, llevado a cabo en conjunto con la Universidad de Düsseldorf‑Essen (Alemania) y la Escuela de Economía de Toulouse (Francia), indica que numerosos usuarios tienden a aflojar sus normas éticas al delegar tareas a sistemas de IA, los cuales a su vez presentan una mayor disposición a acatar instrucciones inmorales.
Según los datos obtenidos, los sistemas de IA obedecieron entre el 58 % y el 98 % de los mandatos engañosos, frente a un 40 % cuando la orden provenía de personas reales.
Los investigadores mostraron casos ilustrativos para evidenciar este fenómeno. Por ejemplo, algunas estaciones de servicio emplean algoritmos de fijación de precios que se coordinan con la competencia, lo que genera tarifas más elevadas para los consumidores. Asimismo, una aplicación de transporte inteligente incitaba a los conductores a falsificar su ubicación para crear una aparente escasez de unidades disponibles, aumentando de este modo las tarifas.
El informe concluye que los mecanismos de protección vigentes en los grandes modelos de lenguaje y en la IA son insuficientes para impedir su empleo en actividades poco éticas. Por ello, los autores subrayan la imperiosa necesidad de instaurar controles más estrictos para evitar que estas tecnologías sean utilizadas con fines fraudulentos.
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