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En su caso, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) comunicó que “el ataque aéreo israelí cercano a Homs se dirigió contra una unidad militar al sur de la ciudad”, y el ejecutado próximo a Latakia, a “un cuartel militar”. Desde que una coalición de insurgentes islamistas depuso al gobierno de Bashar al‑Asad en diciembre de 2024, Israel ha realizado centenares de bombardeos en Siria, alegando que busca evitar que el armamento llegue a manos de las nuevas autoridades islamistas, con quienes, no obstante, ha entablado diálogos. A finales de agosto, las fuerzas armadas israelíes efectuaron una misión aérea en un sector al sur de Damasco que ya había sido bombardeado antes, según informa un medio estatal sirio. Israel no confirmó dicha incursión, pero su ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que el ejército israelí actúa “día y noche” donde sea preciso para la seguridad del país. A inicios de septiembre, Sana informó que soldados israelíes detuvieron a siete personas durante una operación de “infiltración” en el sur sirio. Tras la caída de al‑Asad, el ejército israelí se introdujo en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, en la frontera con la parte de la meseta siria bajo control israelí, y sus tropas suelen realizar incursiones en el sur de Siria, donde mantienen algunas posiciones.
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