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Madrid (EFE).‑ Virginia Barbancho, la encargada de supervisar en 2021 a Jéssica Rodríguez —expareja de José Luis Ábalos— en la empresa pública Tragsatec, llamó su atención por la ausencia de fichajes: “Veo que no tienes fichajes guardados” o “Sin fichajes no hay cheques de restaurante”, fueron algunas de las advertencias que le dirigió.
Así consta en la transcripción, a la que ha tenido acceso EFE este lunes, de los intercambios de WhatsApp que, extraídos de su móvil, se pusieron a disposición del juez del caso, Koldo Ismael Moreno, que investiga la contratación de la expareja de Ábalos en las públicas Ineco y Tragsatec, empresa en la que ella misma admitió haber cobrado salario sin prestar servicio.
“Hola Jéssica. Soy Virginia, de Tragsatec. He intentado contactar contigo varias veces. Necesito concretar algunos datos para tu contratación”, fue el primer mensaje que le envió la futura jefa el 12 de febrero de 2021.
Tres minutos después Jéssica contestó: “Buenas Virginia, lo sé, te devolví la llamada el otro día, pero no puedo atender llamadas personales en muchos momentos. El lunes me pongo en contacto contigo. Gracias. Buen fin de semana”.
Ese lunes Jéssica se comunica con Barbancho y acuerdan formalizar el contrato para el 2 de marzo.
El 26 de febrero, tras intentar hablar con ella, Barbancho le vuelve a escribir por WhatsApp; Jéssica se disculpa nuevamente, indica que en ese momento no puede “atender llamadas” y añade: “Te envié toda la documentación firmada anoche. ¿Todo bien?”.
La responsable de Tragsatec le responde enviándole el documento “corregido para firma” y le pide que lo remita de nuevo el lunes. Jéssica responde que no hay problema: “Envíamelo otra vez y te lo devuelvo firmado cuando tenga un hueco libre”.
El 2 de marzo, día en que inicia su actividad en la empresa pública, Jéssica contacta a Virginia para comentar que tiene dificultades para acceder a la “extranet”.
Virginia pregunta si está en la oficina o trabajando desde casa; la expareja de Ábalos confirma que se encuentra en su domicilio.
Al día siguiente Jéssica vuelve a informar de problemas de conexión y, tras las explicaciones pertinentes, Barbancho le solicita: “Necesito saber qué régimen casa/oficina vas a adoptar”.
Tras ese mensaje, el siguiente que aparece es el del 9 de marzo, en el que Jéssica indica que no encuentra el apartado de “parte de horas”. Su jefa le responde enviándole un PDF con el fin de solucionarlo.
El 24 de marzo es la primera vez que le pregunta por sus fichajes: “Buenos días, Jessica. Veo que no tienes guardados fichajes. Los fichajes son los que generan los cheques restaurante. Si no hay fichajes guardados, no hay cheques… Llámame cuando puedas y te explico”.
Jéssica contesta al día siguiente y acuerdan una llamada para aclararlo. El 29 de marzo, Jéssica plantea una nueva duda sobre cómo rellenar el registro de horas.
El último mensaje que intercambian es el del 30 de marzo, cuando Barbancho repite la advertencia: “Hola Jessica. Veo que sigues sin tener fichajes grabados. ¿Algún problema?”.
La responsable de Tragsatec declaró ante el juez que sufrió “numerosas presiones” para no indagar en las irregularidades de la persona que le dijeron que era “sobrina” de Ábalos, a través del subdirector de Adif, Ignacio Zaldívar, quien supuestamente canalizaba las órdenes de la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, imputada en este caso por el contrato de Jéssica Rodríguez.
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