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La UE fija una cuota anual de 100 000 dólares para la visa H‑1B

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La primera dama de EE. UU., Melania Trump, antes conocida como Melania Knauss, obtuvo una visa H‑1B en octubre de 1996 para ejercer como modelo.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Washington, EE. UU., 19 de septiembre. El mandatario estadounidense, Donald Trump, firmó una orden que establecerá una nueva tarifa anual de 100 000 dólares para las peticiones de visas H‑1B, junto con otras modificaciones al programa de trabajadores extranjeros altamente cualificados, que ha estado bajo vigilancia gubernamental.

El objetivo de las visas H‑1B es captar a los talentos extranjeros más destacados para ocupaciones de alta especialización que las compañías de tecnología no logran cubrir con facilidad mediante ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes cualificados. No obstante, el esquema se ha transformado en una vía para contratar a extranjeros que frecuentemente aceptan salarios de 60 000 dólares al año, muy por debajo del rango habitual de más de 100 000 dólares que perciben los profesionales tecnológicos en EE. UU.

Trump sostuvo este viernes que el sector tecnológico no objetaría la medida. “Pienso que estarán satisfechos”, declaró.

La primera dama de EE. UU., Melania Trump, antes conocida como Melania Knauss, obtuvo una visa H‑1B en octubre de 1996 para ejercer como modelo. Es originaria de Eslovenia.

El esquema H‑1B se instauró en 1990 para individuos con grado universitario o superior en áreas de difícil cobertura laboral, particularmente en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Los detractores sostienen que facilita a las compañías la práctica de salarios reducidos y menores garantías laborales.

Tradicionalmente, estas visas — con un costo de 85 000 dólares anuales — se asignan mediante una rifa. En el presente año, Amazon se posicionó como el mayor beneficiario de visas H‑1B, con más de diez mil concedidas; le siguen Tata Consultancy, Microsoft, Apple y Google. En términos de ubicación, California concentra la mayor cantidad de titulares de visas H‑1B, según cifras oficiales.

Los opositores afirman que las visas H‑1B frecuentemente se destinan a puestos de nivel inicial, en vez de cargos senior que exijan habilidades especializadas. Aunque el programa pretende no erosionar los salarios locales ni desplazar a la fuerza laboral estadounidense, los críticos señalan que las empresas pueden reducir salarios al encuadrar los puestos en categorías de menor cualificación, aun cuando los empleados contratados posean mayor experiencia.

Consecuentemente, diversas compañías estadounidenses descubren que resulta más económico externalizar servicios de soporte técnico, desarrollo de software y otras labores simples a firmas consultoras como Wipro, Infosys, HCL Technologies y Tata en India, así como IBM y Cognizant en EE. UU. Estas consultoras reclutan personal extranjero, mayormente procedente de India, y los reparten a empleadores estadounidenses que buscan reducir costos.

Doug Rand, exdirector del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (USCIS) bajo la administración Biden, sostuvo que ello representa un “trastorno de personalidad dividida” del programa, pues aproximadamente la mitad de las visas anuales se destinan a compañías tradicionales que brindan empleo sostenido y pueden guiar a los inmigrantes hacia la naturalización. La otra mitad recae en firmas de recursos humanos o consultoría; aunque muchas son corporaciones consolidadas y reconocidas, otras son emprendimientos unipersonales que no existirían sin el esquema H‑1B.

“En esencia, están participando en la rifa para contratar personas que después son cedidas a corporaciones más grandes que ejecutan el trabajo real”, señaló Rand.

En 2024, la cantidad de peticiones para la rifa de visas disminuyó casi un 40 %, lo cual, según las autoridades, se debió a la actuación contra individuos que estaban “manipulando el sistema” al presentar múltiples solicitudes, a veces sospechosas, para inflar indebidamente sus probabilidades de selección.

Las grandes compañías tecnológicas que emplean visas H‑1B solicitaron modificaciones luego de que el incremento masivo en las solicitudes redujera las probabilidades de sus empleados y potenciales contrataciones de resultar seleccionados en la rifa. Ante lo que consideraron posible fraude y abuso, el USCIS declaró este año que cada candidato tendría una sola oportunidad en la rifa, sin importar si la persona contaba con una oferta laboral o no.

Los detractores aplaudieron la reforma aunque señalaron que aún falta avanzar. El sindicato AFL‑CIO manifestó el año pasado que, si bien los ajustes en la rifa “supusieron ciertos avances”, no lograron las transformaciones imprescindibles. El gremio aboga por asignar las visas a empresas que ofrezcan los salarios más elevados en vez de mediante un sorteo aleatorio, una modificación que Trump persiguió durante su primer período en la Casa Blanca.

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