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En la final de la Champions League de mayo, la afición del PSG mostró una pancarta con el mensaje «Alto al genocidio en Gaza» escrita en francés. La UEFA, entidad que regula el fútbol europeo, está encaminándose a una votación para suspender a su federación miembro, Israel, por la guerra en Gaza, dijeron el jueves a The Associated Press personas con conocimiento de la propuesta. Según dos fuentes bajo condición de anonimato debido a la delicadeza del asunto, la mayoría del Comité Ejecutivo de 20 miembros de la UEFA respaldaría una votación a favor de excluir a los equipos israelíes de las competiciones internacionales.
Esta medida impediría que las selecciones nacionales y de clubes de Israel participen en torneos internacionales, incluido el Mundial del próximo año. La selección masculina israelí reanudará su campaña de clasificación al Mundial dentro de dos semanas, con partidos fuera de casa contra Noruega e Italia.
No está claro si la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, avalará la exclusión de Israel, dadas las estrechas relaciones entre su presidente, Gianni Infantino, y el expresidente Donald Trump. El apoyo de la administración Trump para garantizar la Copa del Mundo y tramitar visas para jugadores, oficiales y potencialmente cientos de miles de aficionados visitantes se considera crucial para que la FIFA organice un torneo exitoso en Estados Unidos, Canadá y México el año que viene.
Un portavoz del Departamento de Estado anunció que trabajará para impedir cualquier intento de excluir al equipo israelí del Mundial. El Consejo de Administración de la FIFA se reunirá en Zúrich la próxima semana; este órgano, compuesto por 37 miembros, incluye a ocho representantes de la UEFA. La FIFA declinó hacer comentarios el jueves. Infantino se encuentra esta semana en la oficina satélite de la FIFA en la Torre Trump de Manhattan, mientras asiste a eventos paralelos a la Asamblea General de la ONU.
En las últimas semanas, los llamamientos a excluir a Israel del fútbol y de otros deportes han cobrado fuerza, alimentados por la indignación ante el costo humanitario de su campaña militar en Gaza. La semana pasada, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró que Israel debería ser excluido de los eventos deportivos internacionales, al igual que Rusia, que fue aisladada tras su invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
A comienzos de esta semana, siete expertos independientes vinculados al Consejo de Derechos Humanos de la ONU instaron a la FIFA y a la UEFA a suspender a Israel de las competiciones internacionales. La UEFA y su presidente, Aleksander Ceferin, adoptaron una postura más firme contra Israel el mes pasado, colocando pancartas con el lema «Dejen de matar niños. Dejen de matar civiles» en el campo frente a los equipos Paris Saint‑Germain y Tottenham antes del partido de la Supercopa en Udine, Italia.
El debate sobre la posible prohibición de la participación de Israel en el deporte internacional se produce mientras el país afronta crecientes críticas y aislamiento por su ofensiva militar, lanzada en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023. La semana pasada, una comisión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU acusó a Israel de cometer genocidio en Gaza.
El ministro de Deportes y Cultura de Israel, Miki Zohar, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente de la federación israelí de fútbol, Moshe Zuares, han estado trabajando intensamente tras bastidores para bloquear los intentos de expulsar a Israel de la UEFA, según declaró el jueves la oficina de Zohar. «Lo correcto ahora es actuar con responsabilidad con los profesionales y no hacer declaraciones, y así es como están actuando todas las partes implicadas en estos intentos. Abordaremos este tema más adelante», afirmó.
La decisión de vetar a Rusia en 2022 se debió, en parte, a que varias federaciones miembros de la UEFA se negaron a jugar partidos programados contra rivales rusos. Hasta la fecha, ninguna selección nacional o de clubes europeos ha rehusado enfrentarse a un equipo israelí, aunque los dirigentes del fútbol en Noruega e Italia han manifestado públicamente su malestar en las últimas semanas. La federación noruega de fútbol también se comprometió a destinar los ingresos por la venta de entradas del partido del 11 de octubre en Oslo a la labor humanitaria de Médicos Sin Fronteras en Gaza.
Tanto Gabriele Gravina, presidente de la federación italiana, como Lise Klaveness, de Noruega, son miembros electos del comité ejecutivo de la UEFA, que podría votar sobre la suspensión de Israel. Zuares, presidente de la federación israelí de fútbol, también forma parte del panel, al igual que Nasser Al‑Khelaïfi, miembro del gobierno catarí y presidente del campeón europeo Paris Saint‑Germain.
Israel enfureció a Qatar, aliado influyente de Estados Unidos y mediador clave durante la guerra, con un ataque aéreo del 9 de septiembre contra líderes de Hamas en Doha, la capital qatarí.
En la final de la Champions League de mayo, la afición del PSG mostró una pancarta con el eslogan «Alto al genocidio en Gaza» en francés. La UEFA no abrió un expediente disciplinario a pesar de contar con normas que prohíben mensajes políticos dentro de los estadios.
El miércoles por la noche, en Grecia, el club israelí Maccabi Tel Aviv se enfrentó al PAOK en la Europa League organizada por la UEFA. Se produjeron protestas pro‑palestinas frente al estadio de Tesalónica y una pancarta con la frase «Alto al Genocidio» se desplegó en el interior.
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