Salud

Linfoma: un enemigo silente que puede detectarse a tiempo

8875007010.png

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Conocer los signos y efectuar evaluaciones regulares mejora la supervivencia y la calidad de vida.

Santo Domingo – El linfoma es una patología que afecta al sistema linfático, una parte fundamental del sistema inmunitario responsable de proteger al organismo contra infecciones y enfermedades.

Cuando los linfocitos (glóbulos blancos) presentan alteraciones genéticas, pueden proliferar sin control, originando esta enfermedad.

La doctora Tamayra Cumba, hematóloga clínica del IntraCare Center, explicó que los linfomas se clasifican, en esencia, en dos grandes grupos: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin. Ambos nacen en los linfocitos, pero se distinguen por el tipo de células implicadas, su curso clínico y la manera en que responden a la terapia.

El linfoma de Hodgkin se identifica por la presencia de células Reed‑Sternberg y suele mostrar un comportamiento más predecible, con altas tasas de curación cuando se diagnostica a tiempo.

En cambio, el linfoma no Hodgkin agrupa a una amplia variedad de subtipos con características muy diferentes; pueden ser agresivos o de evolución lenta y comprometer órganos más allá de los ganglios, como hígado, bazo, pulmones o médula ósea.

Los síntomas del linfoma son a menudo poco específicos, lo que complica su detección precoz. Entre los más frecuentes se encuentran:

La Dra. Cumba aconseja acudir a un especialista ante la aparición de estos signos para una valoración clínica completa.

El diagnóstico se confirma mediante biopsia del tejido afectado, habitualmente un ganglio linfático, que después se examina en el laboratorio. Además, se complementa con pruebas sanguíneas y de imagen, como tomografías, resonancias magnéticas y PET‑CT con fluorodesoxiglucosa (FDG).

Esta última permite identificar actividad metabólica anómala incluso en etapas tempranas o en zonas de difícil acceso, resultando esencial para el diagnóstico, el seguimiento del tratamiento y la detección de recaídas.

Una vez obtenida la muestra, los patólogos pueden aplicar técnicas de inmunohistoquímica (IHC), utilizando anticuerpos y marcadores especiales para detectar proteínas específicas en el tejido.

De este modo se clasifica con precisión el tipo de linfoma y se define la terapia más apropiada, incluidas las terapias dirigidas que atacan únicamente a las células malignas y reducen los efectos colaterales de la quimioterapia convencional.

Aunque no hay una forma garantizada de prevenir el linfoma, algunos factores incrementan el riesgo, como ciertas infecciones virales, inmunodeficiencias o exposición a sustancias químicas.

Si bien el estilo de vida no es una causa directa, mantener hábitos saludables refuerza el sistema inmunitario y mejora la respuesta del organismo.

Recomendaciones generales incluyen:

En el marco del Día Mundial del Linfoma, IntraCare Center hace un llamado a la concienciación, la educación y la detección temprana. El linfoma es tratable, sobre todo si se identifica a tiempo, y un diagnóstico oportuno puede marcar una diferencia significativa en la vida de miles de personas.

La información y la prevención siguen siendo las mejores herramientas para enfrentar este cáncer silencioso con éxito.

TRA Digital

GRATIS
VER