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El dirigente del Club Atlético Licey valora más a los jugadores que sienten una fuerte identificación con el uniforme del equipo, aquellos que se acuestan y se levantan con dignidad.
Los Tigres del Licey son la franquicia más laureada de la República Dominicana, con 24 títulos en su historial. Sin embargo, al igual que sus logros son impresionantes, también lo son sus demandas.
Por los años de gloria acumulados, los Tigres podrían, manteniendo cierta distancia, compararse con los Yankees de Nueva York en cuanto al peso simbólico que representa portar esa chaqueta. Al menos así lo percibe su presidente, Miguel Guerra.
A diferencia de otras organizaciones que priorizan el talento y los números, el Licey se centra primero en la pasión y el deseo de pertenencia al club.
“Preferimos contar con un jugador que, desde que se levanta hasta que se acuesta, sienta orgullo al vestir esta camiseta. Si lo primero que le viene a la mente a un pelotero es cuánto va a ganar, no necesariamente está comprometido con buscar un campeonato”, declaró Guerra al Listín Diario.
En las tres ediciones de la agencia libre realizadas en Lidom, los Tigres nunca han adoptado una postura agresiva en cuanto a contratos costosos.
Mientras Toros, Escogido y Estrellas se han destacado por movimientos ruidosos en cada una de las tres ediciones de la agencia libre, las adquisiciones más relevantes del Licey en ese contexto han sido Gustavo Núñez y Radamés Liz.
Para Guerra, esa estrategia no es casual.
“Si debemos sobrefacturar a un jugador, eso indica que su motivación es el dinero, no el Licey. Nosotros buscamos atletas que, día a día, piensen en cómo ayudar al equipo a triunfar, que siempre busquen la base extra, que pongan al club primero y después sus propias cifras”, añadió Guerra.
Sobre Audo Vicente
La filosofía azul no se sostiene por sí sola. El gerente general, Audo Vicente, es descrito por Guerra como una pieza clave en la armonía institucional.
“Audo ha estado presente en todas las áreas del béisbol, como mánager, como director y siempre con éxito. Es un estratega, una persona ordenada, que sabe lo necesario para armar un buen conjunto. Eso nos brinda gran tranquilidad porque dentro del clubhouse todos reman en la misma dirección”, señaló Guerra.
Sobre Gilbert Gómez
El dirigente de los Tigres, Gilbert Gómez, también recibe elogios a pesar de su juventud.
“Para mí es una gran tranquilidad saber que cuando me acuesto, Gilbert ya está pensando en cómo ganar el próximo juego. Es un joven con un amplio conocimiento, que utiliza la sabermetría pero también practica el béisbol pequeño. Quizá le falte algo de experiencia, pero eso se adquiere en el camino. Creo que su futuro está en las Grandes Ligas, tarde o temprano”, afirmó Guerra.
Sobre Emilio Bonifacio
El liderazgo dentro del campo lo encarna Emilio Bonifacio, capitán del equipo.
“Bonifacio es un hombre singular, respetado por todos, que no solo aporta con su rendimiento en el terreno, sino que también armoniza al grupo. Me brinda mucha paz saber que las riendas están en sus manos. Su entrega, profesionalismo y capacidad de unir al equipo lo sitúan, junto a Ronnie Beliard, en la cúspide de los grandes capitanes del Licey”, subrayó el presidente.
RIVALIDAD CON EL ESCÓGIDO
La histórica rivalidad con las Águilas Cibaeñas siempre ha sido la más encendida del país, pero la disputa con el Escogido ha revivido tras la última final, decidida por el jonrón de Junior Caminero.
Para Guerra, esa chispa es positiva.
“Es bueno para la liga que resurjan estas rivalidades. Al final, el que gana es el que disfruta, pero no hay duda de que los cinco equipos están contra el Licey”, concluyó Guerra.
