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ROMA (EFE). — Cientos de personas acudieron ayer a la capilla ardiente instalada en el Teatro Armani de Milán para dar el último adiós al legendario diseñador Giorgio Armani, reconocido como el “rey de la moda italiana”. Su féretro, custodiado por una guardia de honor de los Carabineros, fue dispuesto en un ambiente solemne, rodeado de faroles rojos y flores blancas.
El Teatro Armani, ubicado en la calle Bergognone 59 y diseñado por Tadao Ando, se convirtió en el epicentro de este tributo. Armani mandó construir este edificio en 2015 como un espacio dedicado a la creatividad, las pasarelas y eventos culturales. “Aquí fue donde Giorgio mostró su visión al mundo; hoy, Milán lo despide en su casa”, expresó uno de los asistentes.
Tras el ataúd, una gran pantalla proyectaba un retrato sonriente del diseñador junto con su frase-testamento: “El legado que espero dejar es el compromiso por el respeto y cuidado por las personas y la realidad. Ahí es donde todo comienza”.
Leo Dell’Orco, compañero de vida del diseñador, así como Federico Marchetti, fundador de Yoox, y los sobrinos de Armani estuvieron presentes durante todo el homenaje. “Siempre tuvo a su familia cerca; Giorgio era un hombre reservado, pero con un gran sentido de pertenencia”, declaró un allegado. Figuras del mundo de la moda, el cine y la arquitectura desfilaron ante el féretro.
Giuseppe Tornatore y Gabriele Salvatores recordaron sus anécdotas con el modisto. Salvatores destacó: “Cuando gané el Óscar, Giorgio me regaló el smoking azul que llevé a la ceremonia; lo conservo como una reliquia”.
Donatella Versace también acudió con un ramo de orquídeas blancas y confesó estar “muy emocionada” por la partida del diseñador.
Armani, quien falleció el viernes a los 91 años, deja un legado cultural y deportivo. Luciano Buonfiglio, presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), destacó su influencia: “Giorgio Armani será inolvidable; hizo grande a Italia y ayudó a que el deporte se convirtiera en grande”. Armani fue propietario del equipo de baloncesto Olimpia Miláno y diseñador de los uniformes olímpicos italianos.
John Elkann, presidente de Ferrari y Stellantis, y el alcalde de Milán, Beppe Sala, también asistieron al velatorio. Sala declaró: “Milán está lleno de Armani; será imposible olvidarlo. Fue un gran milanés que hizo tanto por esta ciudad”. En honor al diseñador, mañana, día de su funeral privado, se decretará luto oficial en Milán, y las banderas ondearán a media asta. Los homenajes no solo vinieron de figuras reconocidas. Varios estudiantes de moda, que hicieron fila desde temprano, expresaron su admiración: “Era el rey de la moda; lo echaremos de menos, no solo por su creatividad, sino por su impacto en Milán y el mundo”.
Con su deceso, se abrirá el testamento de Armani, quien no tuvo hijos. Su imperio, valuado en 2,300 millones de euros, será administrado por la Fundación que creó en 2016. “Giorgio siempre planeó el futuro de su empresa; su objetivo era garantizar estabilidad a largo plazo”, informó un vocero de la firma.
Asimismo, su patrimonio personal, estimado en 13,000 millones de euros, se repartirá entre su hermana Rosanna, sus sobrinas Silvana y Roberta, su sobrino Andrea Camerana y su mano derecha, Pantaleo Dell’Orco, considerado parte de la familia. La herencia asegura que su legado continúe inspirando al mundo de la moda.