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Osaka parece estar de nuevo en plena forma, y claramente está de vuelta en una fase decisiva de un torneo importante, lista para enfrentarse a Karolina Muchova en el US Open el miércoles por un puesto en las semifinales
Una vez que Naomi Osaka alcanza los cuartos de final de un torneo de Grand Slam, hay que tener precaución.
Por un tiempo, el desafío era llegar allí.
Actualmente, Osaka parece estar de nuevo en su mejor nivel, y claramente está de vuelta en una fase decisiva de un torneo importante, lista para enfrentarse a Karolina Muchova en el US Open el miércoles por un puesto en las semifinales.
Es la primera vez que Osaka, que llegó a ser número 1 y ahora es la cabeza de serie número 23, llega tan lejos en uno de los cuatro eventos de tenis más importantes desde el Abierto de Australia a principios de 2021. Esa también fue la última vez que ganó un trofeo de Grand Slam.
Hasta ahora en su carrera, Osaka, de 27 años, ha ganado el campeonato cada vez que ha superado la cuarta ronda en cualquier torneo importante, algo que hizo en Flushing Meadows el lunes con una victoria dominante contra la cabeza de serie nº 3 Coco Gauff por 6-3, 6-2 en poco más de una hora.
“Parece relajada en la cancha… Me obligó a jugar como lo hice hoy”, observó Gauff. “Independientemente de su estado de forma, siempre es una jugadora difícil, y no creo que nadie la subestime, independientemente de su estado de forma, especialmente en pista dura”.
Osaka es cuatro veces campeona de Grand Slam, siempre en esa superficie (ganó en Nueva York en 2018 y 2020, y dos veces más en Melbourne Park) gracias a un récord combinado de 12-0 en cuartos de final, semifinales y finales.
Le preguntaron a Osaka sobre esa marca invicta.
“No diría que me da presión ni confianza. Creo que, para mí, esto es un territorio desconocido en este momento de mi carrera”, dijo Osaka, refiriéndose al lapso de cuatro años y medio. “Simplemente lo estoy disfrutando. Me estoy divirtiendo. Puedo jugar contra las mejores jugadoras del mundo”.
Fue más tarde en 2021, en Roland Garros, cuando reveló que había estado lidiando con ansiedad y depresión, y que luego comenzó a tomarse una serie de descansos por salud mental. Posteriormente, se perdió 17 meses por maternidad; su hija, Shai, nació en julio de 2023.
Dos meses después de eso, Osaka llegó al US Open y se sentó en las gradas del estadio Arthur Ashe para ver cómo Gauff vencía a Muchova en las semifinales camino al título.
Muchova, checa de 29 años y undécima cabeza de serie, es una talentosa jugadora versátil, tan creativa con la raqueta como cualquier otra. Fue subcampeona, tras Iga Swiatek, en la tierra batida del Abierto de Francia en 2023, y también ha llegado a semifinales en la pista dura de Flushing Meadows en los dos últimos años, eliminando a Osaka en segunda ronda en 2024.
“Es una gran jugadora. Creo que ha recuperado su forma y está mejorando cada vez más. Se nota en sus resultados”, dijo Muchova, quien superó a Venus Williams en la primera ronda la semana pasada. “De hecho, practicamos aquí. Así que preveo una batalla muy dura. Va a ser un desafío, sin duda”.
En cuanto a lo que ha cambiado en Osaka a lo largo de su último regreso, Muchova cree que lo principal es ganar ritmo compitiendo más.
Osaka, equipada con un gran servicio y un gran golpe de derecha, ha desafiado a las mejores jugadoras durante el último año y medio, pero no siempre ha podido llegar hasta el final, incluso cuando tuvo un punto de partido pero no pudo ganar un partido épico contra Swiatek en Roland-Garros en 2024.
“Creo que la diferencia es que ahora tiene más partidos a sus espaldas, está ganando partidos y, diría…, ha recuperado la confianza en que puede ser la mejor y confía más en sus golpes”, dijo Muchova. “Juega muy rápido, muy bien”.
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