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MADRID. Investigadores españoles han descubierto mecanismos ocultos en puentes de celosía de acero que optimizan su resistencia ante fallos y desastres. Sus hallazgos, publicados en Nature, podrían replantear el futuro del diseño y mantenimiento de infraestructuras vitales.
Investigadores de varias universidades españolas han revelado los mecanismos ocultos que explican por qué algunos puentes, específicamente los de celosía de acero, aguantan y no colapsan cuando sufren eventos catastróficos, e incluso cómo pueden resistir cargas superiores a las que soportan en condiciones normales.
Esos ‘mecanismos ocultos’ fueron desvelados por investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) (este de España) y de la Universidad de Vigo (norte), que han comparado el funcionamiento de los puentes de hierro con las telarañas, que son capaces de adaptarse y de seguir capturando presas incluso tras haber sufrido daños y perdido algunos de sus hilos; hoy publican los resultados de su trabajo en la revista Nature.
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El ingeniero e investigador José Miguel Adam, del Instituto Universitario de Investigación de Ciencia y Tecnología del Hormigón de la UPV, explicó que la construcción de puentes de hierro fue muy común entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XX, y observó que muchos de ellos aún están en servicio y totalmente operativos, especialmente en líneas férreas.
Adam, coordinador del proyecto ‘Pont3’, detalló a EFE cómo, al realizar ensayos en laboratorios, comprobaron que se activaban mecanismos latentes de resistencia que revelaban su robustez, y cómo simularon más de doscientos fallos de diferentes elementos hasta confirmar que los puentes “resistían mucho más de lo que esperábamos, porque se activaban mecanismos que hasta ahora desconocíamos”.
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Los puentes son elementos cruciales de las redes de transporte, y su derrumbe puede tener consecuencias muy graves, incluyendo víctimas y pérdidas económicas que pueden alcanzar millones de euros por cada día de cierre, señaló la Universidad Politécnica en un comunicado de prensa difundido hoy.
Belén Riveiro, investigadora del Centro de Investigación en Tecnologías, Energía y Procesos Industriales de la Universidad de Vigo, resaltó en la misma nota la importancia de que estas estructuras no se desplomen debido a un fallo local y ante los cada vez más intensos e impredecibles fenómenos naturales, además de los cambios ambientales que están acelerando el deterioro de los puentes.
No estaba claro hasta ahora por qué algunos fallos iniciales de ciertos elementos se propagan de forma desproporcionada en algunos casos, mientras que en otros apenas afectan a la funcionalidad de estas construcciones, pero los investigadores han revelado los mecanismos secundarios que permiten a estas estructuras ser más resilientes y no colapsar.
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Sus conclusiones, aseguraron, brindan nuevas claves para el diseño de puentes más seguros ante eventos extremos y servirán también para mejorar las estrategias de monitorización, evaluación y refuerzo de los ya existentes, o para redefinir los requisitos de robustez de las estructuras de hierro.
José Miguel Adam precisó a EFE que sus hallazgos revelan qué mecanismos o partes de un puente nuevo habría que trabajar con mayor detalle para que se activen en caso de un fallo local, y en el caso de los ya existentes dónde habría que enfocar la atención o las inspecciones, o qué elementos habría que reforzar para que se activen esos mecanismos latentes de resiliencia.
A su juicio, esta tecnología permitiría incluso recuperar muchos puentes que hoy están en desuso, o prolongar la vida útil de miles de construcciones, muchas de las cuales fueron levantadas hace más de cien años y podrían seguir operando con garantías de seguridad si se implementan las medidas de refuerzo apropiadas que se han descubierto con este trabajo.
El proyecto ‘Pont3’ está financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y el punto de partida del trabajo que hoy publica Nature parte de becas ‘Leonardo’ que la Fundación BBVA otorgó a Belén Riveiro (en 2021) y José Adam (en 2017) para estudiar este tipo de estructuras y la resistencia de las construcciones ante fallos locales.
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