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Rafael Almánzar, director de Mercadeo de la franquicia de los Gigantes del Cibao, afirmó que uno de los objetivos del equipo es brindar experiencias positivas al aficionado que acude diariamente a apoyar al conjunto durante la temporada de béisbol invernal.
Mencionó haber nacido en Santo Domingo, aunque sus primeros trece años los pasó en San Francisco de Macorís.
“Su padre es accionista de los Gigantes del Cibao y, desde que tiene uso de razón, ha mantenido una estrecha relación con el club”, añadió.
Indicó que practicó béisbol en San Francisco en categorías juveniles y en Santo Domingo participó en varios programas.
Comentó que cuando la familia Rizek tomó la dirección de los Gigantes del Cibao, a pesar de estar aún en la universidad, realizó pasantías en el área de Comunicación y se integró a la franquicia, permaneciendo hasta el presente.
Se refirió a que su percepción del béisbol cambió, señalando que el primer hito fue la conquista del primer campeonato en la liga invernal.
“El segundo aconteció al obtener el segundo título, ya con mayores responsabilidades dentro del club”, enfatizó.
Mencionó otro instante memorable cuando Juan Francisco conectó un jonrón épico, y observó cómo la afición de los Gigantes crece año tras año, sin detenerse en su objetivo.
“En Puerto Plata el año pasado, durante el juego entre Gigantes y Águilas, el público se repartía equitativamente, con un 50% para cada equipo”, agregó.
Aseguró que el lema “El Cibao es Gigantes” ha aportado grandes beneficios al club.
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