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El dominicano podría lograrlo al participar en los últimos ocho partidos de los Gigantes; sería el primero en conseguir esa hazaña desde que Justin Morneau lo hizo con los Twins en 2008.
Jugar los 162 partidos de una temporada es la prueba definitiva de resistencia para los jugadores de posición, pero ese récord se ha vuelto cada vez más escaso en los últimos años. Solo cuatro jugadores de Grandes Ligas aparecieron en cada juego de la temporada regular el año pasado, lo que evidencia lo complicado que es estar en el campo de forma constante durante medio año.
Entre los jugadores de posición de los Giants, únicamente Rafael Devers aún mantiene la posibilidad de completar una campaña de 162 partidos este año. De hecho, podría alcanzar una marca aún más exclusiva.
Si Devers participa en los ocho encuentros finales de los Giants, terminará con 163 apariciones en 2025, una curiosidad surgida tras su intercambio a mitad de temporada de Boston a San Francisco (gracias a un hábil usuario de Reddit por señalarlo recientemente).
Si Devers supera ese umbral, se convertirá en el primer jugador en disputar más de 162 partidos de temporada regular desde Justin Morneau en 2008, cuando los Twins y los White Sox se vieron obligados a jugar un desempate en el Juego 163.
El último jugador en superar los 162 partidos en una sola temporada como resultado de un traspaso fue Todd Zeile en 1996. Zeile jugó 134 partidos con los Phillies y luego 29 más tras ser transferido a los Orioles, quienes participaron en 163 encuentros esa campaña debido a un tie‑break por suspensión contra los Rangers. (En aquel momento, las reglas de la MLB reconocían las estadísticas de un juego suspendido, pero aun así requerían que el enfrentamiento se reprogramara como un partido adicional).
Desde que la Liga Americana adoptó un calendario de 162 juegos en 1961 (la Liga Nacional lo siguió en 1962), solo 33 jugadores han llegado a 163 o más partidos en una temporada.
Devers, que jugó 73 partidos con los Red Sox antes de debutar con los Giants en el juego número 73 del año en San Francisco, ahora tiene la oportunidad de añadir su nombre a esa lista.
“Quizá tengamos que procurar que eso ocurra”, comentó el mánager Bob Melvin. “Simplemente le encanta jugar béisbol. De verdad. Creo que el hecho de que sea bateador designado también le ayuda a alcanzar 162 juegos. Pero no lo sabía. Es genial”.
Que una proeza tan singular esté al alcance de Devers resulta aún más notable teniendo en cuenta que el tercermundista de 28 años no estaba completamente sano cuando los Giants lo adquirieron el 15 de junio. Devers enfrentó una lesión persistente en la ingle que al principio lo limitó a la función de bateador designado, aunque logró superar el problema e hizo su primera aparición en primera base el 22 de julio.
“Cuando lo firmamos, estaba un poco lesionado”, explicó Melvin. “Fue complicado incluso ponerlo en la posición que deseábamos porque estaba lastimado. Aún así, salió y dio lo mejor de sí”.
Los Giants casi le conceden a Devers un día libre total el 24 de agosto en Milwaukee, pero terminó ingresando al juego como bateador de emergencia en la novena entrada, preservando la posibilidad de una temporada de 163 partidos. No ha abandonado la alineación titular desde entonces, bateando .233 con un OPS de .776 y 16 jonrones en 82 partidos con los Giants este año.
“Lo que descubrí de Rafael Devers es que lo que lo hace sonreír es jugar béisbol”, dijo Melvin. “Tenemos suerte de contar con él. Si miramos sus números en conjunto — bases por bolas, carreras, impulsadas, toda su producción — ha sido fantástico. Será un Giant por mucho tiempo. Tenemos suerte de tenerlo”.
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