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Ante la tierra devastada que, con el apoyo de Estados Unidos, Israel ha convertido en un campo de ocupación armada en Gaza, la Unión Europea reaccionó suspendiendo el acuerdo comercial y aplicando sanciones a dos ministros del gabinete de Benjamín Netanyahu. Resulta desalentador el silencio frente a una masacre que ha cobrado más de 60 000 muertos, en su gran mayoría civiles, y que la ONU ha calificado como genocidio. Lejos de amedrentarse, el gobierno de Netanyahu ha advertido sobre posibles consecuencias. Puedes leer: La firme advertencia de Netanyahu sobre la creación de un Estado palestino. Además de bombardear iglesias y centros de refugiados, Israel ha bloqueado también la ayuda alimentaria destinada a los gazatíes que mueren de hambre. Aunque la respuesta europea pueda parecer tímida ante la magnitud de la masacre, constituye al menos un paso que rompe con la indiferencia mostrada anteriormente. Queda por ver si, como represalia a las sanciones contra Israel, el presidente estadounidense Donald Trump elevará los aranceles a la Unión Europea, tal como sucedió con Brasil por el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intentar un golpe para impedir la llegada al poder de Lula da Silva.
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