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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La mandataria Claudia Sheinbaum encabezó la noche del lunes las festividades de la Independencia de México, poniendo fin a una tradición centenaria en la que únicamente hombres, como jefes del Ejecutivo, dirigían el evento cívico más emblemático del país.
Ante decenas de miles de personas congregadas en la principal plaza de la capital, Sheinbaum alzó la voz desde uno de los balcones del palacio de gobierno, entonando vivas por diversos héroes y heroínas mexicanas, por las mujeres indígenas y por los migrantes. «¡Viva la dignidad del pueblo de México! ¡Viva la libertad! ¡Viva la igualdad! ¡Viva la democracia! ¡Viva la justicia! ¡Viva México libre, independiente y soberano!», proclamó la presidenta, generando aplausos y gritos que replicaron sus vivas.
Poco después, la mandataria hizo sonar la campana del histórico palacio para conmemorar el 215 .º aniversario del inicio de la independencia de México de España, seguida por los repiques de las campanas de la catedral capitalina y el entonado del himno nacional.
Cada año se rememora el llamado a las armas —conocido como el «Grito de Independencia»— que pronunció el sacerdote Miguel Hidalgo en 1810, iniciando una contienda que culminó en 1821. La celebración tradicional se ha mantenido desde principios del siglo XIX, aunque no fue sino hasta 1880 cuando los políticos incorporaron el tañido de campanas y las vivas al ritual.
«El hecho de que sea una mujer quien pronuncie el grito representa, sin duda, un cambio sustancial», comentó a The Associated Press Alfredo Ávila, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, al señalar que la fiesta había sido durante años “muy patriarcal”.
Si bien la científica y exalcaldesa capitalina, de 63 años, instauró el pasado 1 de octubre una nueva era como la primera presidenta, la política Griselda Álvarez, exgobernadora del estado occidental de Colima, es recordada como la primera mexicana que dio el grito de independencia en 1980, tras convertirse en la primera mujer electa gobernadora del país, precisó Ávila.
Con fuegos artificiales, actos musicales, concentraciones y desfiles militares, toda la nación conmemora la histórica fecha, mientras las familias mexicanas celebran en sus hogares degustando platillos tradicionales como el pozole, preparado a base de granos de maíz, y los chiles en nogada, elaborados con chiles poblanos rellenos de un picadillo de carne de res y cerdo, mezclado con frutas y especias y cubierto por una cremosa salsa de nuez.
La violencia que asola amplias regiones del país obligó el lunes a las autoridades de varios municipios del estado occidental de Michoacán y del estado noroccidental de Sinaloa a suspender los eventos masivos de celebración de la independencia. El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, informó que únicamente se llevará a cabo un acto cívico con la participación de los tres poderes del estado y las fuerzas armadas.
Desde hace un año, Sinaloa está sumida en la violencia derivada de la encarnizada lucha entre dos facciones del cártel de Sinaloa, que ha dejado centenares de fallecidos.
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