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G.P. y A.C. son dos mujeres que no se conocen, pero comparten la misma “pesadilla”. Ambas fueron víctimas de agresión sexual en sucesos diferentes, a manos de un grupo de hombres que, además, les arrebató la tranquilidad de sus vidas y les dejó un dolor imborrable.
En el caso de G.P., de 21 años, supuestamente fue abusada por al menos seis individuos, quienes habrían grabado la atroz acción, ocurrida el pasado mes de marzo en una vivienda de la comunidad La Javilla, en el municipio Villa González, y difundido las imágenes a través de diversas plataformas.
Según relató la joven, quien solo clama a las autoridades hacer justicia, del día de la “violación” solo recuerda que, alrededor de las 9:00 de la noche, una conocida la invitó a un colmado, al cual llegaron en motoconcho.
“Salimos ella y yo solas en un motor. Mi mamá me insistió que no fuera, yo no quería ir, ni siquiera me había bañado, y ella me esperó, me insistió”, comentó la víctima.
Al llegar, afirmó, ambas se sentaron solas en una mesa y compartieron varios tragos de un ron que habían pedido. “Cuando llegamos al sitio nos preparamos como cuatro vasos del trago, y había otra botella en la mesa”, manifestó G.P. ante miembros de la prensa.
Además, señaló que, de no haber salido el video, jamás se habría enterado de la magnitud de lo que le habrían hecho José Alfonso Rubiera Rodríguez (Fonso), Delfri de Jesús Rodríguez (Yiyo), Edwin Manuel Castro Guzmán (El Guaro), Javier Eduardo Núñez Toribio y/o Javier Núñez (Bebé), Oniel Rafael Pichardo Martínez (Contreras) y Yamir Fernando Pérez Toribio (Ferrere).
Entre tanto, José Martínez Brito, abogado de G.P., informó que el estado emocional de su clienta se encuentra muy deteriorado.
“No quiere que su rostro siga siendo exhibido en las redes sociales; está destrozada nerviosamente y muy avergonzada ante una sociedad que, en gran parte, lo que ha hecho es revictimizarla”, aseguró el jurista este miércoles al ser interrogado al respecto por miembros de la prensa que cubren la fuente del Palacio de Justicia de Santiago.
Mientras que, según afirmó, no percibió ninguna señal de arrepentimiento por parte de los imputados, algo que considera normal, ‘porque una persona que comete ese tipo de abusos no tiene empatía’.
“Sí pude percibir, incluso sonrisas, en algunos de ellos, en el momento en que se estaban proyectando los videos (durante la audiencia de conocimiento de coerción)”, pronunció el abogado querellante.
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Por su parte, A.C., de nacionalidad haitiana, relató que, mientras viajaba en un taxi por la avenida España, en Santo Domingo Este, fue interceptada por una patrulla policial encabezada por la sargento Clara Rosa Yoli Gerónimo y el raso Ronny Alberto Monzón Sánchez. Los agentes le solicitaron sus documentos y, al no presentarlos físicamente, le notificaron que sería trasladada al Vacacional de Haina con fines de deportación.
“Mientras yo venía del Aeropuerto (Internacional de Las Américas), al llegar por la avenida España, una patrulla de la Policía nos detuvo y nos pidió la identificación. Entonces, yo le expliqué que mi pasaporte y el de mi hijo se encuentran en la embajada americana a la espera de una entrevista, pero que tenía mi cédula haitiana como un documento de identidad…”, dijo A.C., a través de un intérprete del idioma francés.
Sin embargo, aseguró que los oficiales la condujeron al sector de Los Tres Ojos y, en un lugar oscuro, le sustrajeron US$1,000 y RD$10,000. Posteriormente, fue llevada por los agentes Maríñez Araujo y Taveras Herrera a las inmediaciones del Faro a Colón, donde fue violada y abusada sexualmente, mientras era amenazada con armas de fuego. A este lugar, después se presentaron la sargento Yoli Gerónimo y el raso Monzón Sánchez.
La jueza Karen Casado Minyety, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santo Domingo Este, dictó contra el grupo tres meses de prisión preventiva, basándose en las pruebas presentadas por el Ministerio Público.
El raso de la Armada Luis Ángel Taveras Herrera cumplirá la medida de coerción en el centro penitenciario para militares de Polvorín y los agentes policiales Clara Yoli Gerónimo, Edwin Yuriel Maríñez Araujo y Ronny Alberto Monzón Sánchez en el centro de Operaciones Especiales.
Durante el conocimiento de la medida de coerción, el fiscal litigante Tito Oseas, mostró ante la jueza suficientes evidencias que vinculan a Luis Ángel Taveras Herrera y a Edwin Yuriel Maríñez Araujo a la violación de los artículos 330 y 331 del Código Penal Dominicano (CPD), que sancionan el abuso y la violación sexual, mientras que a Yoli Gerónimo y a Monzón Sánchez se les imputa violar los artículos 265, 266, 379, 382 y 383 del CPD, que sancionan la asociación de malhechores y el robo.
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