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NUEVA YORK (AP) – El gobierno del presidente Donald Trump declaró el viernes que está valorando la posibilidad de que el gobierno federal asuma el control del monumento y museo del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York. El sitio, en el bajo Manhattan, donde las Torres Gemelas del World Trade Center fueron destruidas por aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001, incluye dos estanques conmemorativos con cascadas y parapetos con los nombres de los fallecidos, además de un museo subterráneo. Desde su apertura al público en 2014, la plaza conmemorativa y el museo han sido dirigidos por una organización benéfica pública, actualmente presidida por el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, quien es un crítico habitual de Trump.
La Casa Blanca confirmó que la administración ha mantenido conversaciones iniciales y exploratorias sobre esta idea, pero evitó dar más detalles. La oficina puntualizó que el republicano se comprometió durante su campaña del año pasado a convertir el sitio en un monumento nacional, protegido y mantenido por el gobierno federal.
Sin embargo, los funcionarios del Museo y Memorial Nacional del 11 de Septiembre afirman que, según las leyes actuales, el gobierno federal no puede tomar control unilateralmente del sitio, el cual está ubicado en terrenos de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
Que el gobierno estadounidense se encargue de los costos y la administración del sitio tampoco “tiene lógica”, dados los esfuerzos de Trump por disminuir drásticamente la burocracia federal, dijo Beth Hillman, presidenta y directora ejecutiva de la organización.
“Estamos orgullosos de que nuestras exposiciones narren historias de valentía y patriotismo y confiamos en que nuestro modelo operativo actual ha servido al público de manera honorable y eficaz”, aseguró, indicando que la organización ha conseguido 750 millones de dólares en fondos privados y ha recibido a unos 90 millones de visitantes desde su apertura.
El año pasado, el museo generó más de 93 millones de dólares en ingresos y gastó aproximadamente 84 millones de dólares en gastos operativos, dejando un superávit de casi 9 millones de dólares al incluir la depreciación, según los funcionarios del museo y sus declaraciones de impuestos más recientes disponibles.
Mientras tanto, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, expresó sus propias inquietudes sobre una posible toma de control federal, mencionando los recientes esfuerzos de la administración Trump para influir en cómo se relata la historia estadounidense a través de sus monumentos y museos nacionales, incluyendo el Smithsonian.
La idea de la adquisición también surge apenas unos meses después de que la administración Trump redujera temporalmente, aunque luego restableciera, la dotación de personal en un programa federal que brinda beneficios de salud a personas con enfermedades que podrían estar relacionadas con el polvo tóxico del World Trade Center destruido.
“El Monumento Conmemorativo del 11-S pertenece a los neoyorquinos: a las familias, los supervivientes y los socorristas que han portado este legado durante más de dos décadas y se han asegurado de que nunca lo olvidemos”, declaró Hochul. “Antes de interferir en este lugar sagrado, el presidente debería empezar por honrar a los supervivientes y apoyar a las familias de las víctimas”.
Anthoula Katsimatides, miembro de la junta directiva del museo que perdió a su hermano, John, en el ataque, afirmó que no veía ninguna razón para un cambio de propietario.
“Realizan un trabajo excepcional al narrar la historia de ese día sin adornos”, dijo. “Está tan bien gestionado que no veo por qué debería haber un cambio. No entiendo qué beneficio podría aportar”.
No obstante, el monumento y el museo también han sido objeto de críticas a lo largo de los años por parte de algunos miembros de la gran comunidad de familiares de las víctimas del 11 de septiembre, algunos de los cuales han criticado los precios de las entradas o solicitado cambios en la composición de las exhibiciones del museo.
Los portavoces de Trump declinaron responder a los comentarios.
En total, cerca de 3 mil personas perdieron la vida cuando los secuestradores estrellaron aviones comerciales contra el World Trade Center, el Pentágono y un campo en el suroeste de Pensilvania durante los atentados del 11 de septiembre. Más de 2 mil 700 de esas víctimas perecieron en el colapso de las Torres Gemelas del World Trade Center.
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