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El presidente Donald Trump dio una respuesta inesperada al ser objeto de mofas por parte del golfista Rory McIlroy y del equipo europeo tras su victoria sobre EE. UU. en la Ryder Cup el domingo 28 de septiembre.
Tras un torneo tenso, McIlroy, de 36 años, y sus compañeros compartieron en redes un vídeo en el que, aferrando el trofeo de la Ryder Cup, coreaban: “¿Me estás mirando? ¿Me estás mirando? ¿Me estás mirando, Donald Trump?”.
Trump, de 79 años, apareció el viernes 26 de septiembre para respaldar al equipo estadounidense, aunque su presencia resultó poco motivadora para los golistas, que iniciaron el encuentro con desventaja frente a Europa y nunca lograron recuperarse en la competición anual EE. UU. vs. Europa.
Famoso por usar la ironía como arma, Trump respondió a las burlas de McIlroy con: “Sí, te estoy observando. ¡Felicidades!”, en un mensaje publicado en su red social Truth Social.
El conjunto europeo se alzó con la victoria por 15‑13 puntos, pese al intento de remontada tardía que realizó EE. UU. el domingo, según CNN.
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El torneo estuvo empañado por una atmósfera tensa entre los aficionados estadounidenses en el campo Bethpage Black, en Farmingdale, Nueva York, donde se produjeron enfrentamientos recurrentes con McIlroy y otros miembros del Equipo Europa a lo largo del fin de semana.
El ganador del Masters 2025 pareció lanzar un gesto grosero a la audiencia tras anotar un putt, según Golf.com, y, el sábado 27 de septiembre, gritó a un espectador que “se callara la boca” durante su backswing después de ser abucheado en su tiro de aproximación al hoyo 16.
ESPN y NPR informaron que la Policía del Estado de Nueva York indicó que dos personas fueron expulsadas del campo el sábado tras el incidente con McIlroy en el hoyo 16, y que se desplegaron agentes “adicionales” durante el resto del fin de semana para controlar a los aficionados rebeldes.
Según los reportes, a la esposa de McIlroy, Erin, también le lanzaron una cerveza mientras la pareja recorría el campo durante el fin de semana, y el maestro de ceremonias del primer hoyo abandonó su puesto después de dirigir a la multitud en un canto de “¡jódete, Rory!” a principios del evento, informó BBC Sport.
“La presencia policial y la cantidad de seguridad fueron una locura”, comentó McIlroy a los medios tras la conclusión del torneo el domingo, según Sky News.
“Mira, no iba a ocurrir nada — no habría un altercado físico ni nada por el estilo —, pero se empleó mucho lenguaje inaceptable y se observó un comportamiento abusivo”, añadió. “La mayoría de la gente aquí es aficionada al golf y respetuosa, pero no creo que debamos tolerar eso en el golf”.
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McIlroy concluyó: “El golf enseña excelentes lecciones de vida, etiqueta, respeto a las reglas y a los demás. Esta semana no lo vimos. Por eso, esto no debería ser aceptable en la Ryder Cup”.
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