Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump declaró el viernes que las fuerzas armadas de EE. UU. ejecutaron este mes un tercer asalto contra una embarcación que, según afirman, servía para traficar drogas ilegales.
En un mensaje en redes sociales, Trump señaló que el reciente ataque de las fuerzas militares estadounidenses cobró la vida de tres individuos y se dirigió contra una nave “vinculada a una entidad terrorista designada que lleva a cabo narcotráfico en la zona bajo la responsabilidad” del comando sur de EE. UU. No especificó la ubicación exacta del incidente.
El Pentágono canalizó las preguntas sobre el asalto a la Casa Blanca, la cual no contestó a la petición de clarificar el origen de la embarcación.
“Los servicios de inteligencia verificaron que la embarcación transportaba estupefacientes ilegales y cruzaba un corredor de narcotráfico conocido, con la intención de perjudicar a ciudadanos estadounidenses”, sostuvo Trump en su publicación.
Trump también compartió un video que muestra una barcaza en movimiento antes de ser, al parecer, impactada por dos misiles descendentes y sumergirse tras una detonación.
“En ese instante, los narcoterroristas comprendieron que habían fallado”, indicó Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, en X acompañando el video.
El lunes, Trump anunció que las fuerzas armadas estadounidenses habían efectuado otro asalto contra una embarcación que, según afirman, trasladaba drogas desde Venezuela. Ese ataque también provocó la muerte de tres ocupantes.
El 2 de septiembre, las fuerzas estadounidenses derribaron lo que la administración de Trump describió como una lancha rápida que llevaba estupefacientes, provocando la muerte de once personas a bordo. Trump sostuvo que la embarcación estaba bajo el control de la banda Tren de Aragua, catalogada por EE. UU. como organización terrorista extranjera a principios del año.
La administración Trump sostiene que estas acciones militares son imprescindibles para detener el ingreso de drogas a EE. UU.
Sin embargo, varios senadores, tanto demócratas como republicanos, y organizaciones de derechos humanos, han puesto en tela de juicio la legitimidad de dichos asaltos, considerándolos un posible abuso del poder ejecutivo, en parte al emplear al ejército para tareas de seguridad interna.
EE. UU. no ha detallado el proceso mediante el cual el ejército valoró la carga de la embarcación y concluyó la presunta pertenencia de sus ocupantes a una banda antes de proceder al ataque. Funcionarios de seguridad nacional informaron al Congreso que en el primer bote atacado se efectuaron varios disparos tras observar que cambiaba de dirección y parecía volver hacia la costa.
Los asaltos se produjeron después de que se incrementara la presencia de unidades navales estadounidenses en el Caribe.
También representan un giro radical en la manera en que EE. UU. está dispuesto a enfrentar el narcotráfico en el hemisferio occidental.
En Venezuela, algunos especulan que los asaltos forman parte de una estrategia para derrocar al presidente Nicolás Maduro, una idea que el propio mandatario ha reiterado.
Tras el primer ataque, Maduro sostuvo que el video estadounidense difundido por Trump había sido generado con inteligencia artificial, y que una embarcación de esas dimensiones no podría aventurarse en alta mar.
Sin embargo, esta semana, Maduro acusó al gobierno de Trump de emplear el narcotráfico como pretexto para una acción militar cuyo objetivo sería “intimidar” y “buscar un cambio de régimen” en la nación sudamericana.
Los reporteros de The Associated Press Regina García Cano, desde Güiria, Venezuela, y Konstantin Toropin aportaron a esta nota.
Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la asistencia de una herramienta de IA generativa.
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