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Madrid (EFE).- Este domingo, la Luna presentará un curioso color rojizo que, al anochecer, dirigirá las miradas hacia el firmamento. La causa es un eclipse total, visible en toda España, excepto en las áreas más occidentales de Galicia y en las islas Canarias, donde solo se apreciará la fase parcial.
Según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), tomando Madrid como referencia, el punto máximo del eclipse será a las 20:11 horas, con la fase total entre las 19:31 y las 20:53 horas. El eclipse parcial, por su parte, comenzará a las 18:27 y concluirá a las 21:56.
Para disfrutar un eclipse se necesita un cielo despejado y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica que las nubes “dificultarán una visualización óptima” en gran parte del país en el momento del máximo, según su cuenta en la red social X.
Un eclipse lunar sucede cuando la Luna atraviesa la sombra de la Tierra, impidiendo que la luz del Sol la ilumine. Cuando es total, como el de hoy, el satélite no queda completamente oscuro, sino que toma un tono rojizo, debido a que parte de la luz solar es desviada por la atmósfera terrestre.
Cuando la Luna entra por completo en el cono de sombra de la Tierra se habla de eclipse total, momento en el que adquiere su característico color que “la convierte en la célebre ‘Luna de sangre'”, explica el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) en su blog.
En casi toda la Península, Islas Baleares, Ceuta y Melilla, la Luna saldrá ya totalmente eclipsada, es decir, no se podrá ver el inicio de la fase total, explica el IGN en su web.
La mejor observación del eclipse corresponderá a las zonas más orientales, sobre todo en Baleares y Cataluña.
En el extremo más occidental de Galicia y las islas Canarias solo se podrá ver la fase parcial, pues el orto lunar, cuando el satélite cruza el plano del horizonte, se producirá inmediatamente después del final de la fase total.
La ‘Luna de sangre’ aparecerá en el cielo opuesta al Sol e inicialmente será difícil de observar debido a su escaso brillo, pero a medida que ascienda se hará más brillante, al tiempo que el cielo se oscurece, lo que permitirá observarla con más detalle, señala el IAC.
Su cercanía al horizonte le dará una apariencia de gran tamaño, lo que la hará “especialmente atractiva para los observadores”, que deberán buscar lugares con un campo visual despejado hacia el este para contemplarla.
A partir de las 20:53, indica el IAC, la Luna empezará a salir de la sombra de la Tierra, perdiendo rápidamente su color rojizo para volverse más brillante, hasta mostrarse como una Luna llena normal.
Todo el proceso es un fenómeno visible a simple vista y “no representa ningún peligro ni necesita ningún tipo de instrumentación especial”, recuerda el IGN.
A diferencia de los eclipses solares, que solo pueden verse desde una franja muy limitada de la superficie terrestre y duran unos minutos, los de Luna son visibles desde toda la mitad del planeta donde es de noche y se extienden durante varias horas.
De hecho, este se podrá seguir, en alguna de sus fases, en toda Asia, Oceanía, Europa, África, la Antártida y el extremo oriental de Sudamérica.
Los eclipses de Luna, que son mucho más habituales que los solares totales, son uno de los espectáculos astronómicos más accesibles y populares.
Este año han podido verse dos eclipses totales de Luna, el de hoy y el del 14 de marzo, que se observó en todo el país, aunque en la zona más oriental solo durante la fase parcial.
El año que viene marcará el comienzo del llamado Trío de Eclipses solares visibles desde España. El 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto de 2027 se verán dos solares totales y el 26 de enero de 2028 uno anular.
El de 2026 es particularmente relevante, ya que desde 1905 no se había presenciado uno total en la península Ibérica, y España será el único territorio habitado desde el que podrá ser contemplado.
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