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Recomienda una valoración periódica y oportuna de los pacientes que presenten cualquiera de los signos asociados, como dolor facial frecuente, bloqueo nasal constante, descarga continua de secreción y episodios repetidos de infecciones respiratorias.
El especialista advierte la actualidad de cuadros de rinitis alérgica, procesos infecciosos de las vías respiratorias altas y molestias auditivas derivadas de la congestión nasal, a causa de la alta presencia de polvo sahariano.
Son esas las afecciones nasales y de los senos paranasales más comunes que se observan hoy en la consulta del otorrinolaringólogo (ORL), indicó el doctor César Moquete del Hospiten Santo Domingo.
Por ello, sugiere una valoración regular y temprana de los pacientes que manifiesten cualquiera de los síntomas descritos, como dolor facial recurrente, obstrucción nasal persistente, secreción nasal constante y recurrencias de infecciones respiratorias.
Explicó que existe una estrecha relación entre el ambiente (ruido, polvo y aire contaminado) y las enfermedades otorrinolaringológicas, “lo que se complica actualmente con la llegada del polvo del Sahara a nuestra isla; muchos pacientes acuden con cuadros alérgicos nasales, como estornudos, secreción acuosa y congestión, que aparecen con mayor intensidad”.
En lo relativo al ruido, el médico señaló que es la causa principal de pérdida auditiva y tinnitus, ya que la exposición continua al sonido, sumada a la presencia de contaminantes atmosféricos y a los cambios de temperatura, favorece el aumento de casos, produciendo inflamación de la mucosa nasal.
El profesional de la salud advirtió que los pacientes incurren en el error de automedicarse con descongestionantes, como la oximetazolina, durante períodos prolongados, “lo que genera rinitis medicamentosa y agrava los síntomas al no emplear el fármaco de forma adecuada”.
Indicó que la rinitis alérgica mal controlada y la sinusitis coexisten y comparten manifestaciones comunes, como estornudos, secreción y congestión nasal.
Sin embargo, añadió que las complicaciones derivadas de sinusitis crónicas pueden incluir infección orbital, meningitis, osteomielitis, infecciones cutáneas faciales, abscesos de tejidos blandos e intracraneales.
Se diferencian en que la rinitis alérgica es provocada por procesos alérgicos, mientras que la sinusitis crónica corresponde a infecciones bacterianas que se presentan aproximadamente cuatro veces al año.
“El tratamiento de la rinitis alérgica se basa en anti‑alérgicos y corticoides, tanto nasales como sistémicos, a diferencia de la sinusitis crónica, donde además de estos fármacos utilizamos antibióticos para controlar la infección”, manifestó el doctor Moquete.
El especialista aclaró que la otorrinolaringología es la rama médico‑quirúrgica que estudia las enfermedades del oído, la audición y las vías respiratorias superiores e inferiores, incluyendo nariz, senos paranasales, faringe y laringe.
Asimismo, abarca cirugías de la glándula tiroides, así como intervenciones traumatológicas, oncológicas, plásticas, estéticas y reparadoras de la cara y el cuello.
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