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Washington (EFE).- Un jurado federal acusó este jueves a James B. Comey, quien fuera director del FBI y dirigió la investigación sobre los posibles vínculos entre la campaña de Donald Trump en 2016 y Rusia. Aunque aún no se han dado a conocer los cargos de forma oficial, fuentes del Departamento de Justicia dijeron a la prensa estadounidense que el gran jurado lo inculpó por un delito de falsedad en la declaración y otro por obstrucción. El caso fue presentado por el Departamento de Justicia pocos días después de que el presidente Trump exhortara a la fiscal general, Pam Bondi, a actuar contra adversarios políticos. La administración argumenta que el comportamiento de Comey en redes sociales y sus declaraciones públicas podrían constituir un abuso de autoridad, mientras que sus defensores lo describen como una acusación con motivaciones políticas. Comey respondió en Instagram: “Estoy devastado por el Departamento de Justicia, pero tengo plena confianza en el sistema judicial federal”. Añadió en un vídeo: “Soy inocente; celebremos el proceso y mantengamos la esperanza”. Con esta acción, Comey se convierte en el primer exalto funcionario en ser procesado en relación con la pesquisa sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses; anteriormente, Trump había tachado dicha investigación de “caza de brujas”. La investigación liderada por Comey buscaba averiguar si miembros de la campaña de Trump colaboraron con Rusia y supervisó la obtención de pruebas y testimonios ante el Congreso, lo que provocó polémicas que desembocaron en su despido en 2017. Donald Trump celebró la imputación del exdirector del FBI por parte de un tribunal federal de Washington, publicando en su cuenta de la red social Truth: “¡Justicia en Estados Unidos!”. Añadió que “uno de los peores individuos que este país haya visto… ha sido formalmente acusado de dos delitos graves por actos ilícitos”.
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