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Desde una edad muy temprana, las personas crecen y se nutren de frases, relatos, narraciones o refranes que, conforme se desarrollan y crecen, se integran y adaptan al habla cotidiana y al modo de vida diario.
Para aquellos trabajadores que dan inicio a su jornada de madrugada, es común que reciten la conocida frase: “¡Al que madruga, Dios le da su ayuda!”. Pero, ¿hasta qué punto podemos decir que esto es verdad?
El doctor Héctor Salvador Echeagaray Guerrero, quien dirige el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Guadalajara, detalló siete beneficios que el acto de madrugar o levantarse temprano puede traer consigo para el individuo.
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**Siete ventajas de madrugar**
**1- Rezar, meditar, pensar.**
Si nos levantamos al amanecer y en los momentos iniciales del día nos ponemos en comunicación con nuestro Creador y dedicamos un tiempo a reflexionar sobre nuestra propia existencia, es indudable que poseeremos mejores herramientas para abordar nuestras dificultades y solicitar el auxilio divino para solucionarlas.
**2- Organización.**
Quien se despierta pronto respeta la armonía natural. La noche está destinada al descanso, y el día, a las labores. Uno despierta con la luz solar o tiene la oportunidad de verla asomar, lo cual en sí mismo constituye un espectáculo maravilloso.
**3- Tarea intelectual.**
Cuando nos levantamos con las primeras luces, nuestra mente se encuentra descansada, en un estado de relax. Esto facilita notablemente el desempeño intelectual. Muchos escritores de renombre han compartido que se levantan muy temprano y lo primero que hacen es dedicarse a la escritura.
**4- Quietud.**
A primera hora, el nivel de ruido y la agitación son mínimos, lo que favorece la introspección y, por consiguiente, la calidad del pensamiento.
**5- Resistencia.**
El cuerpo, por naturaleza, busca el confort: seguir arropado y durmiendo por más tiempo. La virtud de la fortaleza nos proporciona la concentración necesaria para levantarnos y comenzar nuestras actividades laborales.
**6- Moderación.**
También se ejercita la virtud de la templanza. Esta cualidad se encarga de regular los placeres, cuyo exceso o carencia pueden resultarnos perjudiciales. La templanza evita que nos excedamos en el gusto de permanecer en cama sin realizar ninguna acción productiva.
**7- Finanzas estables.**
Si se saca el máximo provecho al día, desde sus horas tempranas, nos encontraremos más capacitados para el trabajo, para generar riqueza. De esta forma, estaremos combatiendo la pobreza.
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