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Según afirma la Fundación en un comunicado, detectar el peligro de alzhéimer antes de que surjan los primeros indicios “podría mejorar la vida de millones de personas”. Frecuentemente, el diagnóstico se establece una vez que se observan las primeras señales, momento en el cual el deterioro cerebral parece ser irreversible.
El proyecto ALFA10 busca anticiparse a estas manifestaciones iniciales e influir en la etapa preclínica del padecimiento, además de trabajar en la creación de instrumentos que permitan una intervención temprana y efectiva.
El doctor Gonzalo Sánchez, investigador y neuropsicólogo del BBRC que encabeza la iniciativa, enfatiza que “la meta es comprender mejor el avance del trastorno antes de que aparezcan los síntomas”, con el fin de “elaborar un protocolo de intervención para sujetos de alto riesgo que, a largo plazo, pueda ser adoptado por el sistema sanitario”.
ALFA10, como destaca la Fundación, representa una evolución del Estudio ALFA, impulsado por la Fundación “la Caixa” en 2013 y desarrollado por BBRC. Este estudio previo reunió a más de 2.700 voluntarios sanos, con edades entre 45 y 75 años, para investigar las alteraciones biológicas y cognitivas tempranas ligadas al alzhéimer.
Para ALFA10, el equipo investigador contactó de nuevo a los participantes del estudio para monitorear la evolución de su salud cerebral. La mayoría se sometió a un análisis de sangre y una prueba cognitiva para determinar con mayor precisión las variaciones en sus biomarcadores y en procesos biológicos derivados de la dolencia.
Asimismo, para reducir la necesidad de consultas presenciales frecuentes y facilitar la observación cognitiva continua, se implementó un seguimiento a distancia mediante cuestionarios y recursos digitales. Se estima que las primeras visitas se programarán para enero de 2026, seguidas de una supervisión digital ininterrumpida.
Este enfoque proporcionará información crucial sobre cómo evoluciona la enfermedad y facilitará la identificación de las personas con mayor susceptibilidad antes de que manifiesten síntomas.
Desde la Fundación Pasqual Maragall se detallan tres etapas primordiales en las que se estructura el desarrollo del algoritmo predictivo:
ALFA10 constituye un progreso en la investigación del Alzheimer puesto que el plan se enfoca en una vigilancia cerebral más precisa, sensible y constante.
Y no solo aspira a generar conocimiento científico, recalca la Fundación, sino que también contempla la transferencia de sus hallazgos al ámbito de la salud. El propósito es convertir “los descubrimientos en guías y herramientas prácticas” que puedan implementarse inicialmente en centros especializados y, posteriormente, en la atención primaria.















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