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Antonio Banderas festeja el matrimonio de su hija: un acontecimiento repleto de celebridades en Sardón de Duero

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La curva en forma de ballesta ('rivula torta') que describe el río Duero en sus cercanías inspiró a los monjes el nombre de Retuerta que aún conserva este paraje.

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Acompañada de sus padres, Stella del Carmen, de 29 años, y Alex Gruszynski, vinculado al sector cinematográfico y a quien conoce desde su etapa en la escuela infantil, se dieron el “sí, quiero” ante invitados como el actor Don Johnson, primer esposo de Melanie Griffith, y la hija que tienen en común, Dakota Johnson.

Además, según informa la publicación Hola, las hijas del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, Malia y Sasha, también asistieron a la ceremonia, al igual que la esposa de Sting, Trudie Styler.

Tras la celebración de la unión, Antonio Banderas se acercó a la puerta de la finca y, visiblemente conmovido, atendió a los numerosos medios de comunicación que cubrían el evento. Banderas resaltó el ambiente familiar y emotivo de la ceremonia, así como la felicidad de ver a su hija casarse: hubo algunas “lágrimas” porque su hija y su yerno se conocen desde hace 25 años.

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No hubo nerviosismo, sino distinción, y brindó con la prensa, antes de que los recién casados repartieran comida a los periodistas.

El secretismo y el resguardo de la intimidad envolvieron en todo momento la organización y el desarrollo del matrimonio, a pesar de la gran expectación generada desde primera hora de la mañana con profesionales de los medios, curiosos y admiradores junto a la valla de acceso al complejo hotelero.

Los invitados accedieron al complejo en coche, cuya dirección reforzó la seguridad, y a los trabajadores del hotel se les prohibió usar el teléfono móvil.

El hotel también cuenta con helipuerto, que sirvió de punto de llegada para algunos de los cerca de 250 invitados. La familia Banderas-Griffith ocupó casi la totalidad de las treinta habitaciones de este complejo de máxima exclusividad, por lo que el resto de invitados se alojó en establecimientos cercanos como el antiguo monasterio de Santa María, a pocos kilómetros, donde el pasado viernes ya se celebró una ‘preboda’ en esta estación termal.

Más de un centenar de empleados, entre chóferes, camareros, asistentes e instaladores, tuvieron que firmar acuerdos de confidencialidad.

Antonio Banderas llegó a Valladolid, el aeropuerto más próximo, en un vuelo privado el pasado miércoles para supervisar y ultimar todos los detalles del acontecimiento familiar.

Ante estas restricciones, algunos curiosos optaron por el humor, como un grupo de amigos que desplegó una pancarta en la que se podía leer “Americanos, os recibimos con alegría”, una alusión a la película del español Luis García Berlanga ‘Bienvenido Mr. Marshall’ (1953).

En medio de imponentes medidas de seguridad, privadas dentro del recinto hostelero y públicas en los alrededores y accesos, la boda se llevó a cabo en un complejo hotelero, Abadía Retuerta LeDomaine, que evoca en su esencia el primitivo asentamiento monacal del siglo XII.

La propiedad cuenta con varias hectáreas de viñedo, tratamientos termales, un restaurante con Estrella Michelin, Refectorio, y habitaciones de lujo en un antiguo cenobio premostratense. La curva en forma de ballesta (‘rivula torta’) que describe el río Duero en sus cercanías inspiró a los monjes el nombre de Retuerta que aún conserva este paraje.

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