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Austin Reaves y Luka Doncic, de Los Angeles Lakers, ya han registrado dos encuentros con 40 puntos cada uno, mientras que Tyrese Maxey, de Filadelfia, suma dos hasta ahora.
A una semana de inicio en la NBA, las defensas están cediendo terreno. Y mucho.
Si parece que nunca antes se habían visto tantas exhibiciones de alta anotación en los primeros días de una campaña, es porque es algo sin precedentes. Hasta el martes, ya se han acumulado 16 actuaciones con 40 o más puntos en un solo partido esta temporada.
Austin Reaves y Luka Doncic, de Los Angeles Lakers, ya han tenido dos juegos de 40 puntos, y Tyrese Maxey de Filadelfia lleva dos también.
Los demás que han alcanzado esta marca en lo que va de torneo son: Aaron Gordon de Denver, Anthony Edwards de Minnesota, Cam Thomas de Brooklyn, Giannis Antetokounmpo de Milwaukee, Jamal Murray de Denver, Jaylen Brown de Boston, Lauri Markkanen de Utah, Shai Gilgeous-Alexander de Oklahoma City, Stephen Curry de Golden State y Victor Wembanyama de San Antonio, quien lo consiguió en su primer partido de temporada regular tras ocho meses de ausencia debido al susto por trombosis venosa profunda de la campaña anterior.
“Sentí la necesidad de dejar una marca para mis compañeros”, comentó Wembanyama.
Da la impresión de que hay mucho de eso flotando en el ambiente. Los jugadores están enviando mensajes casi cada noche en este arranque de campeonato.
Todos estos marcadores abultados quedan en segundo plano tras la noticia de la semana pasada de que el técnico de Portland, Chauncey Billups, y el base de Miami, Terry Rozier, estaban entre los detenidos por agentes federales por su supuesta implicación en redes de apuestas. Hay dos asuntos distintos: uno acusa a los implicados de participar en partidas de póker usando tecnología para engañar a otros jugadores; el otro caso se centra en facilitar información confidencial a apostadores para que pudieran jugarse sus cartas en encuentros de la NBA.
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han solicitado más información a la NBA, y el comisionado Adam Silver, en declaraciones la semana pasada durante la primera transmisión del torneo de Amazon Prime Video, ofreció disculpas a los aficionados porque el juego en sí no era la noticia principal de la liga en ese momento.
Usualmente, ese sería el foco de atención, sobre todo con el nivel de números que estamos viendo cada noche.
En promedio, la liga registra 2.4 ocurrencias donde un jugador anota 40 puntos en los primeros cuatro duelos de una temporada. La marca anterior para este tipo de hechos era de nueve, hace tres campañas. Esta temporada, la cifra es casi el doble, y todavía faltan un par de días para que los basquetbolistas la incrementen.
“Apenas es una semana… pero esta explosión ofensiva no es nueva en la liga”, señaló el técnico de Phoenix, Jordan Ott. “Me parece algo sorpresivo al comienzo del torneo. No estoy seguro si esa ha sido la tónica en los últimos dos años”.
Sus intuiciones son acertadas. No ha sido así en los últimos dos años. O, si somos precisos, en ningún momento de las 80 temporadas de la NBA.
Las estadísticas del arranque de campaña suelen malinterpretarse; el campo de datos para todo sigue siendo demasiado exiguo para sentar bases firmes. Pero antes del martes, los partidos de la NBA de este torneo promediaban 236.6 puntos por encuentro. Esto significa un ascenso del 7.6 % comparado con la puntuación registrada tras cuatro juegos de cada equipo la temporada previa.
Los equipos imprimen mayor velocidad al juego y también están llegando más a la línea de tiros libres. Están ejecutando más lanzamientos de falta por partido (de nuevo, pocos datos, pero es lo que hay) que en ningún otro momento de las últimas tres décadas. Esa es una combinación poderosa y la fórmula perfecta para generar muchísimos puntos, especialmente ahora que prácticamente todo jugador en la liga representa una amenaza de triple.
“Estamos manteniendo el ritmo del juego”, comentó el pívot de Miami, Bam Adebayo. El Heat, que no es conocido por su velocidad, anotó más puntos en sus primeros tres partidos de esta temporada que en cualquier otro periodo inicial de tres juegos en la historia de la franquicia.
Reaves consiguió sus partidos de 40 o más puntos en noches consecutivas, el domingo y el lunes, algo que nadie había logrado tan pronto en una campaña desde que Shaquille O’Neal lo hiciera con Orlando el 9 y 10 de noviembre de 1994, en el tercer y cuarto juego de esa temporada para el Magic.
Solo el lunes se dieron cuatro actuaciones de este calibre: Reaves con 41, Maxey con 43, Murray con 43 y Markkanen encestando 51.
“Lauri estuvo sensacional, 51 puntos es mucho”, afirmó el técnico del Jazz, Will Hardy, diciendo lo evidente.
El detalle es que los jugadores están haciendo que estas grandes noches parezcan muy sencillas ahora mismo.
Esta es la primera vez en la trayectoria de la NBA que se ven cuatro partidos con 50 puntos (los 51 de Markkanen, los 51 de Reaves el domingo y el encuentro de 50 puntos del jueves pasado de Gordon sumado al de 55 puntos del actual campeón canastero y MVP de Oklahoma City, Gilgeous-Alexander) tan temprano en el calendario.
Reaves se enfundó el traje de anotador por necesidad; los Lakers enfrentan serias carencias de personal. LeBron James no ha debutado esta temporada y Doncic también se ausentó de los juegos del domingo y lunes por dolencias.
“Estoy agotado”, declaró Reaves el lunes por la noche. “Pero por eso competimos. Es entretenido”.
Around The NBA aborda los temas centrales de la liga durante la temporada. Este texto fue publicado originalmente en El Día.













