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Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.
Instalar un videoportero solía ser un engorro, plagado de cables y complejas configuraciones. No obstante, esa realidad ha cambiado merced al Blink Video Doorbell, un aparato que convierte la entrada de cualquier casa en un acceso inteligente, sin necesidad de reformas ni grandes conocimientos técnicos. Llevo varias semanas probándolo y lo que más me atrae es la facilidad con la que se pone en marcha y su excelente desempeño en el día a día.
Este dispositivo se fija con suma sencillez a la pared o al marco de la puerta. Funciona con baterías y puede conectarse tanto a la red WiFi como al módulo Sync, ese pequeño accesorio que actúa como puente con la *app* de Blink. Apenas tardé unos minutos en tener la cámara lista para operar y enviar avisos directos al móvil.
La aplicación te lleva de la mano durante todo el proceso. Simplemente hay que escanear el código QR, enlazar el equipo y seleccionar el lugar de instalación. En mi caso, lo coloqué en una puerta trasera y quedó perfectamente ajustado gracias a su diseño reducido y ligero.
El mayor plus de este videoportero inteligente es la sensación de dominio que proporciona. Cada vez que alguien se acerca al umbral, el Blink Video Doorbell lo detecta y remite una alerta instantánea a tu *smartphone*. Desde la aplicación puedes visualizar al visitante, conversar con él e, incluso, grabar el vídeo para revisarlo más tarde si lo deseas. La calidad de imagen es más que suficiente para reconocer caras y captar detalles, incluso cuando la luz ambiente cambia constantemente.
La cámara ofrece una respuesta ágil y el audio bidireccional posibilita mantener una charla nítida y sin interrupciones o *lag*. Además, gracias a su integración con Alexa, se pueden recibir notificaciones en los dispositivos Echo, algo especialmente útil si te encuentras en otra habitación de la vivienda.
La *app* Blink agrupa todas las funcionalidades del sistema: visión en tiempo real, gestión de las notificaciones, planes de suscripción y acceso a las grabaciones en la nube. Puede usarse también sin necesidad de suscripción si se vincula al módulo Sync, permitiendo guardar los vídeos de forma local. La interfaz es muy clara y está en español, con menús bien estructurados que facilitan cambiar la sensibilidad del sensor, establecer horarios o modificar la resolución del vídeo.
El Blink Video Doorbell está diseñado para pasar inadvertido, pero realiza su cometido de forma impecable. Es discreto, visualmente atractivo y extremadamente duradero. Su operatividad ha sido ininterrumpida y fiable; detecta el movimiento con precisión y los avisos llegan al momento, incluso cuando no estás en casa.
Además, su consumo energético es muy bajo. Las pilas aguantan hasta dos años, un gran punto a favor si se compara con otros modelos que resultan mucho más *tragones*. Su coste, por otro lado, es bastante ajustado para todo lo que ofrece dentro del ecosistema de Amazon, 64,99 euros en Amazon.
Más que un simple timbre, el Blink Video Doorbell se transforma en una herramienta de seguridad doméstica. Puedes atender la llamada desde donde estés, verificar quién te ha visitado y llevar un control de accesos o entregas sin necesidad de abrir. Si buscas una vía sencilla para mejorar la seguridad y la comodidad de tu hogar sin complicarte la vida, este dispositivo se posiciona como una de las alternativas más equilibradas del mercado.
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