Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El símbolo de la arroba fue ideado, tal como lo conocemos hoy en día, por un artesano y comerciante informal, originario de las tribus nómadas de la península arábiga.
Su uso se expandió velozmente por la comarca; y después cruzó las fronteras hasta volverse universal, si bien la identidad de su creador permaneció oculta en las sombras de la prehistoria.
Existen indicios de que la @ fue empleada en el ámbito comercial desde el siglo XVI, sirviendo como unidad de peso y medida.
De esta manera, era frecuente hallarla en documentos de comercio y registros contables, donde su significado literal era “a razón de”.
El origen de su denominación proviene del vocablo árabe “ar-rub”, que en castellano significa “cuarta parte”. Es decir, que un quintal tiene como fracción la arroba, una medida que representa la cuarta parte de cien libras.
En realidad, ese anónimo artesano de origen árabe tuvo una visión y permitió que el símbolo viajara a través del tiempo; y lo hizo consciente de que esa “a” circundada por un círculo abierto — o con un apéndice de gusano — portaba un mensaje implícito y que, en algún instante, su empleo constante en transacciones de mercado, útil para la adquisición a granel de harina, azúcar y otros alimentos, alcanzaría finalmente a su destinatario.
En su travesía hacia su verdadero cometido, la arroba experimentó un periodo de olvido cuando fue establecido
el sistema métrico decimal para todas las operaciones comerciales, pero consiguió perdurar y volvió a
cobrar visibilidad en 1872 gracias al invento que revolucionaría las comunicaciones.
En ese año, Christopher Sholes, Carlos Glidden y Samuel W. Soulé concibieron la máquina de escribir
y la @ fue incluida en el teclado como una letra más del alfabeto. Años después,
en 1885, pasó a formar parte del teclado de la primera máquina de escribir estadounidense de venta masiva.
El mensajero y el mensaje se desplazaron a través de los siglos y en 1971, el ingeniero de software Ray Tomlinson — también pionero de la era digital, empleado de Bolt, Beranek & Newman, una firma tecnológica con el encargo de desarrollar una red de comunicaciones para el Departamento de Defensa de
Estados Unidos –, logró descifrar el mensaje, e introdujo inmediatamente y de forma universal el uso del símbolo de la @ asociándolo a la informática, y con esa unión trascendental consiguió hacer viable con éxito la expansión masiva del correo electrónico y el flujo eficiente de información entre millones de usuarios de las redes sociales.
El ingeniero de software, Ray Tomlinson, dichoso por su logro y agradecido con un artesano árabe, a quien nunca conoció, acertó a exclamar: — Misión cumplida.















Agregar Comentario