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Cádiz (1973), redactor y editor especializado en tecnología, escribe profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.
El mercado de los altavoces portátiles está repleto de alternativas, pero en ocasiones surge uno que destaca por algo más que su sonido. Ese es el caso del JBL Grip. Compacto, ligero, resistente y con un toque juvenil, se convierte en el acompañante ideal para cualquier plan. Lo he estado poniendo a prueba durante los últimos días y, sinceramente, me ha sorprendido lo fácil que resulta integrarlo a la rutina, tanto en casa mientras cocinas como en una escapada de fin de semana.
Lo primero que llama la atención del JBL Grip es su tamaño. Es tan pequeño que lo puedes llevar literalmente en el bolsillo del abrigo o colgado de la mochila. Yo lo he llevado incluso en una ruta por la montaña: no pesa nada y, al contar con certificación IP67 (resistente al agua y al polvo), no tienes que temer si le cae una gota o si lo dejas en la arena. Es el típico altavoz que puedes sacar en cualquier momento y poner música sin pensarlo demasiado.
Otro aspecto que me ha gustado mucho es su compatibilidad con Auracast. Esta tecnología permite enlazar varios dispositivos entre sí sin cables, como montar un mini sistema de sonido con amigos. Si cada uno lleva su JBL Grip, podéis sincronizarlos y llenar de música cualquier terraza o salón sin necesidad de altavoces voluminosos ni conexiones complicadas. En segundos tienes un sonido envolvente y el ambiente perfecto para una cena o una quedada.
No te dejes engañar por sus dimensiones. El JBL Grip suena potente, con graves profundos y un equilibrio sorprendente para un altavoz tan diminuto. Lo he probado tanto con listas de Spotify como con podcasts, y el resultado es siempre el mismo: claridad, nitidez y esa calidez característica del sonido JBL. Si cierras los ojos, cuesta creer que provenga de un dispositivo que cabe en la mano.
Un punto a favor adicional es su autonomía. El JBL Grip ofrece alrededor de 12 horas de reproducción continua y, cuando necesita recarga, bastan unos minutos de carga rápida para volver a estar listo. No hay nada peor que un altavoz que se apaga justo cuando empieza la mejor parte de la noche; este modelo cubre con holgura una jornada completa, desde la mañana en la playa hasta el atardecer con música de fondo.
Si te gusta personalizar, la app JBL Portable te permite ajustar el ecualizador, actualizar el firmware y gestionar las conexiones Auracast. Yo la utilizo para dar más fuerza a los graves cuando estoy al aire libre o para atenuarlos en interiores. Es sencilla, práctica y convierte al Grip en un altavoz mucho más versátil de lo que parece.
Un dispositivo que sorprende por su tamaño y potencia, y que lleva la calidad de una marca con una larga trayectoria. El JBL Grip está disponible en la tienda oficial de la marca por 99,99 €, con siete colores diferentes entre los que elegir.
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