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CIUDAD DE MÉXICO (apro). — El tribunal correccional de París sentenció al creador de contenido Ilan M., más conocido en internet como Amine Mojito, a una condena de 12 meses de cárcel, de los cuales seis serán cumplidos de manera real, por grabar y difundir videos donde simulaba inyectar con jeringas, los llamados “pinchazos”, a peatones al azar en la vía pública.
Según informa TF1 Info, la pena también incluye una multa de 1 500 euros (aprox. 32 400 pesos mexicanos) y la prohibición de portar o tener armas durante tres años. Además, el juzgado dictó una orden de arresto inmediata para que el acusado inicie su detención.
En el proceso, celebrado en septiembre, el influencer de 27 años admitió haber filmado los clips en distintas zonas públicas de la capital francesa. En el material se le ve aproximándose a personas desconocidas y fingiendo pinchazos con una jeringa vacía, lo que provocó miedo y desconcierto entre los transeúntes.
Aunque los videos mostraron varias situaciones parecidas, únicamente una persona presentó una denuncia formal, según reportó Le Parisien. La víctima, cuya identidad no fue revelada, recibió una valoración médica que concluyó una incapacidad total de trabajo (ITT) de siete días, a causa del impacto psicológico del suceso.
El tribunal consideró que, a pesar de que los videos se produjeron con fines de entretenimiento, las conductas constituyeron una “simulación de agresión”, al generar temor real y poner en riesgo la integridad emocional de los individuos grabados.
El presidente del tribunal subrayó que “el objetivo de hacer reír no exime de responsabilidad cuando se produce pánico o miedo genuino en la vía pública”, como citó TF1 Info.
Los primeros clips fueron publicados entre 2022 y 2023 en plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat, donde el creador contaba con cientos de miles de seguidores.
En las grabaciones, Amine Mojito se acercaba a personas que caminaban por parques o avenidas, fingía inyectarlas y luego gritaba “¡es una broma!”. En algunas tomas, se observaba a las supuestas víctimas sobresaltarse, correr o gritar, mientras él se reía frente a la cámara.
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De acuerdo con TF1 Info, el acusado declaró que su objetivo era “recuperar notoriedad en redes” y que sus actos “no pretendían causar daño”. No obstante, los fiscales argumentaron que, aunque no hubo contacto físico, la acción provocó angustia real y podría haber derivado en consecuencias graves si alguna persona reaccionara violentamente.
La fiscalía de París solicitó una pena ejemplar para disuadir a otros creadores de contenido de ejecutar actos semejantes. En la audiencia, el ministerio subrayó que los videos “exponen a la gente al miedo de una agresión química” y “normalizan conductas potencialmente peligrosas”.
La defensa imploró clemencia alegando que se trataba de “bromas filmadas” y que el material tenía un propósito humorístico. Sin embargo, el tribunal determinó que el influencer era consciente del riesgo que implicaba usar una jeringa, aunque estuviera vacía, en un entorno público.
Según Le Parisien, la sentencia fue recibida en silencio por el acusado, quien no hizo declaraciones al salir del juzgado.
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